El desmontaje del paso elevado de la M-30 en Puente de Vallecas podría no llevarse a cabo finalmente. Es lo que se desprende de las palabras de la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, en una reciente entrevista en la que ha defendido que «no compensa para nada» esta obra.
Desarmar el scalextric de Puente de Vallecas no compensa, según argumenta la edil, porque «no se ganaría espacio para el ciudadano» y el desembolso «con dinero de todos» de casi 100 millones de euros sería «importante». «Quitar el scalextric con un desembolso económico importante con dinero de todos. No se ganaría nada con dos años de obras, paralización de Metro, M-30… y los coches ocuparían todo el espacio público», ha trasladado.
Queda así en el aire el acuerdo por unanimidad del Pleno de Cibeles de hace un año para desmantelar el puente de la M-30 en esa zona. Esa proposición instaba a iniciar los estudios y los trámites preliminares antes del final del mandato.
Reivindicación vecinal
Las Juntas de Retiro y Puente de Vallecas aprobaron de nuevo el pasado mes de mayo por unanimidad instar al Gobierno municipal a iniciar los estudios y trámites necesarios para redactar el proyecto de obra de supresión del puente elevado entre los distritos de Puente de Vallecas y Retiro, el Scalextric.
Los vecinos de Retiro y de Puente de Vallecas también reivindicaron el pasado verano la demolición del scalextric que separa los dos distritos porque creen que es «una cicatriz que tienen desde hace años» pidiendo que se lleve a cabo para fomentar una ciudad «más verde y más habitable».
Sin embargo, desde el área de Medio Ambiente y Movilidad que capitanea Borja Carabante se dio a conocer que el anteproyecto redactado para la eliminación del scalextric de Vallecas no cumplía con las expectativas de tráfico, movilidad y congestión «ni tampoco libera espacio público».
El proyecto plantea que haya tres carriles por sentido bajo tierra y otros tantos en superficie lo que «no hace posible satisfacer las necesidades de la zona». «Por eso el área de Medio Ambiente ha quedado en estudiar otras alternativas para dar una mejor solución«, ha valorado García Romero.
La delegada ha explicado que «tendría que haber por debajo un montón de carriles y por arriba el mismo número, con dársenas de buses, no se podría quitar ninguna línea, y habría que paralizar la L1, parar la M-30 mientras dure la obra… y no se ganaría nada para el ciudadano».
Paloma García Romero ha defendido que «lo importante de eliminarlo no solo es la barrera física, sino que el ciudadano gane espacio», mientras que «el proyecto de movilidad generaba mucha inversión pública para no tener un resultado positivo para los ciudadanos«.
«Se mantiene el compromiso si efectivamente se puede quitar el scalextric, porque era una inversión importantísima de dinero para no ganar espacio público. Si vas a quitar el scalextric pero no a ganar espacio público, francamente no compensa ese desembolso sin resultado positivo», ha concluido.
