Galphon G.T., más conocido como ‘La Bestia de Parla’, ha protagonizado un nuevo incidente en la cárcel de Valdemoro, donde lleva varias semanas ingresado de forma preventiva por un robo con fuerza y violencia, al golpear una cabina de seguridad y amenazar de muerte a varios funcionarios, ha informado el sindicato CSIF.
Los hechos ocurrieron en el Módulo 8, coincidiendo con el reparto de la cena. Galphon, que estaba disconforme con la cena, se dirigió al funcionario de servicio que estaba dentro de la cabina de Seguridad de malas maneras, amenazándolo de muerte y profirieron frases como «En la calle te voy a matar, hijo de puta perra» o «Ten mucho cuidado desde hoy».
Entonces llamaron a los jefes del servicio, pero el interno aumentó su agresividad, dando golpes y puñetazos a la cabina de seguridad del Módulo, y amenazando «de forma salvaje» a todos los empleados públicos presentes.
Al llegar los jefes de servicio, encontraron a la ‘Bestia de Parla’ sentado en la mesa y les exigió «de forma violenta que no le molestaran porque no se iría hasta terminar al cena». Dada esta situación, le intentaron sacar a la fuerza del Módulo, pero el reo se tiró al suelo de forma desafiante.
Varios presos del Módulo 8 se posicionaron con Galphon dando gritos y voces y jaleando al resto de los internos contra los funcionarios. Finalmente, la ‘Bestia de Parla’ fue conducido al Departamento de Aislamiento por amenazas, plante, coacciones e insultos a los funcionarios.
«Profesionalidad» de los funcionarios
El delegado de la sección sindical de CSIF en la cárcel de Valdemoro, Sergio García, ha destacado «una vez más la profesionalidad» de los trabajadores «evitando una desgracia» y ha pedido más medios, recursos, formación y la condición de Agente de la Autoridad para los funcionarios de prisiones.
Galphon es un viejo conocido para la Policía Nacional de Parla, ya que en los últimos casi dos años ha recopilado más de una veintena de detenciones y antecedentes por agresiones, desórdenes públicos y atentado o desobediencia a la autoridad en las calles de la localidad. Sin embargo, al tratarse de delitos menores, quedaba en la calle a la espera de juicio.
