La Comunidad de Madrid fue un escenario cruento en la Guerra Civil. Durante los tres años que duró la contienda, entre 1936 y 1939, los enfrentamientos, bombardeos y luchas se sucedieron en diferentes puntos de la región y aún hoy pueden verse los restos de este conflicto fratricida.

Son los rastros defensivos, las fortificaciones y las trincheras que sobrevivieron al horror y recuerdan, más de 80 años después, la brutalidad de la guerra en suelo madrileño.

Uno de los mejores conjuntos de fortificaciones de España

Dado que Madrid vivió, y padeció, el sitio más largo de la Guerra Civil tras el asalto frontal en noviembre de 1936, posee uno de los mejores conjuntos de fortificaciones de toda la península en cuanto a variedad, cantidad y estado de conservación. La contienda dejó incontables restos materiales y existen abundantes huellas que, incluso, pueden visitarse.

Aunque la lucha se sufrió en todo el territorio madrileño, la intensidad no fue igual en todas las zonas. «En algunos sectores de la Sierra de Guadarrama y en el entorno de la capital se registró una actividad continuada a lo largo de la contienda, mientras que otras zonas quedaron alejadas de los frentes, aunque no por ello dejaron de sufrir las consecuencias del conflicto», explican en la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.

Fortín en el Alto del León (Foto: Instituto de Ciencias del Patrimonio)
Fortín en el Alto del León (Foto: Instituto de Ciencias del Patrimonio)

Más de 2.000 elementos relacionados con la Guerra Civil

Existen, según el inventario realizado por esta entidad, más de dos mil elementos relacionados con la Guerra Civil en la región, como fortines, búnkeres, aeródromos, refugios, edificaciones o, incluso, túneles y vías de ferrocarril. Son, según los datos presentados en 2021, 450 las estructuras militares de hormigón y cientos de kilómetros lineales de trincheras documentados.

«105 municipios madrileños tienen vestigios de la Guerra Civil»

En la Comunidad, 105 municipios tienen vestigios de la Guerra Civil que forman parte del patrimonio histórico de la región. En 82 localidades hay registradas estructuras militares de carácter defensivo, como fortines, trincheras o nidos de ametralladoras. Se han señalado aeródromos creados o utilizados durante la Guerra Civil en 12 municipios y en otros 15 existen vestigios del ‘Ferrocarril de los 40 días’, obra directamente vinculada a este periodo, relatan en el ‘Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil’.

Las trincheras son el punto crucial de la fortificación madrileña y aún se siguen investigando. El estudio realizado por la Comunidad de Madrid desvela la gran entidad que alcanzaron en la época. Tanto, que ponen como ejemplo la de Villanueva del Pardillo, con 10.000 metros o Buitrago de Lozoya, con 12.000, frente a la de Rivas-Vaciamadrid, que llegó a los 20.950 metros.

La fortificación del frente en Madrid

Cuando durante los primeros compases de la contienda se llegó al equilibro de fuerzas y estabilización del frente, comenzaron las obras de fortificación. El frente de Madrid quedó estabilizado sobre los comienzos de 1937 y se fue fortificando paulatinamente la línea con trincheras y alambradas. Ya, con el tiempo, las instalaciones provisionales avanzaron hacia las construcciones de hormigón que son hoy en día las huellas más visibles del conflicto. Esta estabilización temprana del frente supuso la fortificación del paisaje en toda la región a lo largo de 300 kilómetros, desde Somosierra, al norte, hasta Algodor, al sur.

Excavaciones en el Olivar de Veliso (Foto: Instituto de Ciencias del Patrimonio)
Excavaciones en el Olivar de Veliso (Foto: Instituto de Ciencias del Patrimonio)

Eran, tal y como describen José Manuel de Arnaiz y Francisco Javier Pastor en el Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil (1936-1939) de la Comunidad de Madrid’, «muy elementales al principio y mucho más elaboradas después, pasándose de las sencillas trincheras y asentamientos al aire libre a estructuras más reforzadas y estables». El frente quedó definido, rematan, «como una doble línea continua con separación variable, muy próxima en las cercanías de las carreteras, poblaciones y puntos estratégicos de las montañas».

La fortificación en la Comunidad de Madrid se efectuó en un tiempo muy reducido y cumplió, tal y como señalan los expertos, un importante papel disuasivo. «El esfuerzo fortificador de ambos bandos en la región de Madrid fue inmenso y profesional, especialmente en el lado republicano», detallan.

«El frente de Madrid quedó estabilizado sobre los comienzos de 1937 y se fue fortificando paulatinamente la línea con trincheras y alambradas»

El gobierno republicano tenía definida la prioridad en aquellos momentos: impedir o, al menos, retrasar el avance de los sublevados hacia la capital. Así pues, Madrid «fue una ciudad poderosamente fortificada». El dominio de la capital fue, durante el primer año y medio de guerra, «el objetivo fundamental» para ambos bandos. «Con el paso del tiempo, su interés se fue difuminando y la conquista de Madrid se transformó en un objetivo secundario», detallan los expertos.

Construcciones defensivas

El Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil enumera la multitud de fortificaciones que se ejecutaron en aquellos años, tanto por ingenieros militares y unidades especializadas, como por equipos con gran precariedad en medios materiales y humanos.

El trabajo desarrollado durante la contienda en las construcciones defensivas dio como resultado, además de fortines, otro tipo de infraestructuras como líneas de trincheras, parapetos, puestos de tirador, nidos de ametralladores, emplazamientos de artilleros, observatorios, caminos cubiertos, refugios para la tropa, puestos de mando, polvorines o almacenes, enumeran en el Plan Regional de Fortificaciones.

Fortificaciones de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid (Vídeo: Patrimonio de la Comunidad de Madrid)

Las fortificaciones se extienden en la región en todo tipo de zonas, desde las cotas elevadas en la montaña, en el área de la Sierra de Guadarrama, hasta las llanuras del valle del Tajo.

Todas estas estructuras, explican los expertos, se edificaron en varias ocasiones usando exclusivamente los recursos naturales de la zona. En otros casos, las fortificaciones incluyen «materiales de construcción como cemento, ladrillos y armaduras metálicas».

Dónde encontrar las huellas de la Guerra Civil en la provincia de Madrid

Alrededor de la capital española se sitúan huellas de lo que fue la contienda en la región. Vamos a recorrer algunos de los espacios visitables de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid:

Ruta Frente de Somosierra. Esta ruta comprende el área situada entre Buitrago de Lozoya, Piñuecar y Gandullas, a unos 80 kilómetros de la capital madrileña, en un sector en el que se pueden ver diferentes estructuras de hormigón armado y piedra seca, así como varias líneas de trincheras y sus elementos auxiliares.

Miembros del Batallón de Morteros del ejército republicano en el Frente de Somosierra (Foto: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid)
Miembros del Batallón de Morteros del ejército republicano en el Frente de Somosierra (Foto: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid)

Estos restos pueden ser visitados a lo largo de unas rutas gestionadas por la Asociación el Parapeto de Gandullas, que ofrece un recorrido guiado por la ruta ‘El Parapeto de la Muerte’, del frente nacional; el trayecto ‘Cabeza Velayos – Peña del Alemán’, del frente republicano; y el recorrido ‘Sector Paredes’, también de la línea republicana.

En los distintos recorridos de la zona podemos encontrar desde fortines para ametralladoras, hasta refugios de tropas, trincheras, fortines, observatorios construidos con hormigón armado, etc.

El Frente del Agua. Otra manera de descubrir los restos de la Guerra Civil en la Sierra Norte es recorriendo la Ruta del Frente del Agua, en el municipio de Paredes de Buitrago. La defensa de los embalses del Villar y Puentes Viejas, vitales para el abastecimiento de agua a Madrid, hizo que se horadasen kilómetros de trincheras, se construyeran refugios de tropa, observatorios y nidos de ametralladora, entre otros elementos. Todo ese desarrollo de fortificaciones en campo abierto transformó profundamente el paisaje en un intento de los dos bandos por controlar un frente de gran extensión.

  • Restos de edificaciones de la Guerra Civil en el en Frente del Agua, en la zona de la Sierra Norte (Foto: Comunidad de Madrid)

La Ruta del Frente del Agua se inicia en el Centro de Interpretación, ubicado en el antiguo lavadero de Paredes de Buitrago. De ahí sale el itinerario circular, de 8 kilómetros de trayecto, que discurre por una pista forestal. El visitante puede conocer un total de 26 elementos de arquitectura defensiva durante el recorrido, entre los que se incluyen trincheras, nidos de ametralladora, búnkeres y otros refugios.

Este recorrido cuenta con un área de unos tres kilómetros cuadrados y está situada, en su mayor parte, dentro de un espeso pinar. La visita está incluida en el Plan de Yacimientos de la Comunidad de Madrid y no solo pueden recorrerse los restos militares, sino que también se proporciona información sobre el periodo histórico y datos de la vida cotidiana de los soldados durante el conflicto en la zona norte de Madrid.

Cerro Melero. En las proximidades del casco urbano de Arganda del Rey se sitúa el Cerro Melero, una pequeña elevación en la que se han documentado diferentes vestigios.

Entre los elementos de la Guerra Civil documentados en esta zona se encuentran varios tramos de trincheras, pozos de tirador, asentamientos de armas automáticas y refugios. Están dispuestos a lo largo de un recorrido de 350 metros en un recorrido equipado con elementos de información y señalización. En el cerro existe, además, un monumento conmemorativo dedicado a los caídos de la Batalla del Jarama realizado por Juan Antonio Chamorro.

Trincheras republicanas en la zona del Jarama (Foto: Biblioteca Nacional)
Trincheras republicanas en la zona del Jarama (Foto: Biblioteca Nacional)

Ruta La Batalla del Jarama. A lo largo de un área de 10.000 metros cuadrados, aproximadamente, se presentan las obras de fortificación y líneas de trincheras de la Guerra Civil que aún perviven en Morata de Tajuña. Están ubicadas a unos cuatro kilómetros del casco urbano y cuentan con líneas defensivas y elementos auxiliares excavados en el terreno, además de diferentes obras de hormigón, ladrillo y piedra.

También junto a estos restos se puede visitar un monumento conmemorativo dedicado a las Brigadas Internacionales creado por el escultor Martín Chirino.

Los Yesares, en Pinto. El conjunto de fortificaciones de Los Yesares (8.000 metros cuadrados) pertenece, por su valor didáctico, a la Red de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid. En este conjunto se han documentado cuatro fortines mixtos (unión de un fortín circular y uno cuadrangular) de hormigón y un conjunto de estructuras excavadas en el terreno que incluye trincheras abrigos, pozos de tirador y un refugio.

Reconstrucción virtual de un pozo de tirador en Yesares, Pinto (Imagen: Comunidad de Madrid)
Reconstrucción virtual de un pozo de tirador en Yesares, Pinto (Imagen: Comunidad de Madrid)

«Los restos que han llegado hasta nuestros días se corresponden con la ‘fosilización’ del frente al finalizar la guerra» explican en la Comunidad de Madrid, al tiempo que añaden que estas construcciones atañen a la posición ‘Vega Baja’ perteneciente al VI núcleo de resistencia denominado ‘Centro de resistencia Cerro de los Ángeles’, que fue ocupado hasta final de la guerra por las tropas de la División 18.

Estos restos configuran un claro ejemplo de cómo se debía organizar y preparar el terreno para el combate según los manuales de la Dirección General de Preparación de Campaña de 1927. Están ubicados a unos 4 kilómetros al noroeste del casco urbano de Pinto.

La Batalla de Brunete. Brunete fue el escenario de una de las batallas más importantes y sangrientas de la Guerra Civil y ahora allí también se pueden observar los restos de la contienda. En el municipio se pueden contemplar búnkeres construidos por los nacionales después de la batalla, pero también fortines cruciformes y otro tipo de fortificaciones en toda la zona.

Fortín cruciforme en el frente de Brunete - Quijorna (Foto: Instituto de Ciencias del Patrimonio)
Fortín cruciforme en el frente de Brunete – Quijorna (Foto: Instituto de Ciencias del Patrimonio)

A lo largo de todo el término municipal se hallan diseminados catorce fortines bien conservados, realizados en piedra, hierro y hormigón, comunicados por pasadizos subterráneos y trincheras. Estas construcciones se emplazaron en lugares estratégicos sobre los que el Ayuntamiento de Brunete ha diseñado un itinerario para poder visitarlos, tomando como punto de partida la confluencia de la carretera M-600 con la M-501, donde se encuentra un primer conjunto de fortines. Después, se continúa hacia el kilómetro 33 de la M-600, se puede observar otro en el paraje de Las Velisas.

Blockhaus 13. La imponente fortificación conocida como Blockhaus 13 constituye, según describen en la Comunidad de Madrid, «la máxima expresión de la arquitectura militar del periodo de la Guerra Civil». Tanto es así, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 2019. Está situada en las inmediaciones del kilómetro 33,670 de la carretera M-510 que comunica Colmenar de Arroyo con Navalagamella.

  • Exterior del Blockhaus-13 en Colmenar del Arroyo
  • Blockhaus-13, en Colmenar de Arroyo
  • Entrada al interior del Exterior del Blockhaus-13 en Colmenar del Arroyo
  • Escaleras de acceso a la parte superior del Entrada al interior del Exterior del Blockhaus-13 en Colmenar del Arroyo
  • Blockhaus-13, en Colmenar de Arroyo
  • Blockhaus-13 en Colmenar del Arroyo
  • Blockhaus-13 en Colmenar del Arroyo

Edificada entre finales de 1938 y principios del 39, es la única fortificación de este tipo que llegó a finalizarse y se encuentra en buen estado de conservación. Tiene una superficie de unos 160 metros cuadrados de planta y está formada por un anillo de diez metros de diámetro, construido en hormigón armado, desde el que se accede a cuatro nidos semiesféricos con troneras. Se puede apreciar, incluso, el impacto de un proyectil que ha dejado al descubierto parte de la armadura metálica de la fortaleza. Esta construcción podía resistir proyectiles de 155mm (45 kilos), la artillería pesada habitual en la Guerra Civil, tal y como explican en ‘Arquitectura militar de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid’.

Durante el conflicto se planteó la construcción de varias fortificaciones similares, incluida una edificación gemela a ésta a unos 150 metros al noreste en el lado opuesto de la carretera M-510, en dirección Navalagamella, que no llegaron a levantarse.

Fortines y campamento en Navalagamella. A unos 45 kilómetros de Madrid se encuentran los vestigios de Navalagamella, que posee dos enclaves singulares para las visitas: el campamento de La Peña y la Posición Calvario, edificadas en 1938 por el ejército nacional para contrarrestar una posible ofensiva republicana. Se trataba de poder hacer frente a un posible enfrentamiento como el que desencadenó la Batalla de Brunete el año anterior.

  • Posición Calvario en Navalagamella

«El campamento es un singular conjunto de estructuras de hormigón situado en la retaguardia de frente, en el que actualmente se realizan trabajos de documentación y limpieza», describen en el Plan de Fortines de la Comunidad de Madrid.

En cuanto a la Posición Calvario, se trata de un conjunto de obras defensivas, situadas a 400 metros del casco urbano de la localidad en dirección a Valdemorillo, fácilmente visibles desde la carretera. Esta construcción formaba parte de un dispositivo defensivo mucho más amplio que se extendía al este del casco urbano del municipio con un objetivo principal: el control de la carretera entre Valdemorillo y Navalagamella.

Ruta fortines de la Dehesa de Navalcarbón. Las Rozas presenta multitud de vestigios en la zona denominada como Dehesa de Navalcarbón. Allí pueden localizarse tramos de trincheras, un observatorio blindado, puestos de tirador, nidos de ametralladora y un puesto de mando. Los restos está situados unos 20 kilómetros de Madrid capital.

Trincheras en la Cuesta de las Perdices (Foto: Archivo Nacional Digital de Polonia)
Trincheras en la Cuesta de las Perdices (Foto: Archivo Nacional Digital de Polonia)

La Comunidad de Madrid ha efectuado en los últimos años excavaciones en la zona, desvelando once estructuras correspondientes a dos nidos de ametralladoras de hormigón armado, 5 fortines de mampostería para arma automática, un observatorio blindado, un puesto de mando y dos construcciones auxiliares. En la Dehesa de Navalcarbón se hallan, además, restos abundantes de trazados de trincheras y otras señales correspondientes a parapetos o refugios.

Las Rozas es uno de los municipios con mayor número de vestigios bélicos, según destacan desde la Comunidad, «habiéndose catalogado por el momento 70 fortificaciones, 14 refugios subterráneos y 40 tramos de trincheras».

Sierra de Guadarrama. La zona de la Sierra de Guadarrama es uno de los enclaves fundamentales para descubrir las huellas de la Guerra Civil. Así, los autores del libro ‘Guadarrama: tras las huellas de la guerra’ llegaron a inventariar y evaluar más de 500 puestos existentes en un recorrido a pie de más de 180 kilómetros que puede consultarse aquí.

  • Restos de edificaciones de la Guerra Civil en el Alto del León (Guadarrama)
  • Restos de edificaciones de la Guerra Civil en el Alto del León (Guadarrama)
  • Restos de edificaciones de la Guerra Civil en el Alto del León (Guadarrama)

Trincheras, pozos, viviendas, puestos de tiradores, nidos de ametralladora, observatorios blindados y monumentos conmemorativos son algunos de los tipos de edificaciones que se encontraron los expertos durante su investigación.

Los vestigios de la contienda está situados en el sector occidental del término municipal de Guadarrama, en una zona boscosa. Las rutas están equipadas con cartelería y elementos de señalización y superan en conjunto los 70 kilómetros.

Ruta de Los Fortines. Los Molinos fue frente de guerra durante la contienda, ya que se trataba del paso natural entre los puertos de Guadarrama y Fuenfría para las tropas sublevadas al mando de Franco. Entre 1937 y 1938, tal y como recuerdan en el Ayuntamiento, «el bando republicano fortificó la línea defensiva en Guadarrama utilizando algunas casas de esta población y extendiéndose paralela al Alto de Los Leones y la Peñola hasta Los Molinos».

Fortificaciones franquistas en el Alto del León (Foto: Biblioteca Nacional)
Fortificaciones franquistas en el Alto del León (Foto: Biblioteca Nacional)

Este municipio serrano, localizado a unos 55 kilómetros de Madrid, dispone una decena de búnkeres en buen estado de conservación a lo largo de una ruta de unos 7 kilómetros y medio.

Las edificaciones están realizadas con cemento y hormigón armado, con muros de entre 50 y 100 cm. «En el frente se encuentran las troneras, que eran las aberturas desde las que disparaban los soldados, cubriendo prácticamente un arco de 180º», explican el Consistorio serrano. Las cubiertas están construidas en cemento y piedras de la zona y tenían un objetivo doble: «dar un aspecto más natural para de esta forma ayudar al camuflaje de la construcción y, por otra, se intentaba proteger todo ello de los impactos artilleros».

Localización de las rutas y construcciones visitables de la Guerra Civil más destacadas en la Comunidad de Madrid, en el siguiente mapa:

Plan de Fortificaciones: documentación y conservación

La Comunidad de Madrid ha desarrollado el Plan de Fortificaciones de la Guerra Civil, como el que se está desarrollando también en el Ayuntamiento de Madrid, una iniciativa que permite documentar y proteger los restos que aún se mantienen. Junto a esto, se está desarrollando un programa para crear centros de interpretación histórica relacionados con los combates que se vivieron en Somosierra, la Sierra de Guadarrama, el Valle del Jarama, Brunete y Madrid.

Además, avanzan desde el Ejecutivo regional «se están llevando a cabo excavaciones arqueológicas en varios enclaves, como Brunete, Colmenar del Arroyo, Parque Dehesa de Navalcarbón en Las Rozas, Los Molinos, Navalagamella, Pinto y Rivas-Vaciamadrid, entre otros, que en el futuro se acondicionarán para su visita pública».

Periodista especializada en el ámbito digital. Cuenta con más de 15 años de trayectoria profesional como redactora en diferentes periódicos, agencias de noticias y cadenas radiofónicas, aunque en...

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