El mal uso de las nuevas tecnologías y la adicción a ellas está a la orden del día, sobre todo en colegios e institutos. Hasta septiembre, más de 7.300 personas habían acudido al Servicio de Atención de Adicciones Tecnológicas (SAAT), lo que supone el doble con respecto al total del año pasado, de las cuales 753 fueron jóvenes y el resto familias y profesionales.Con el objetivo de poner freno a esta situación, la Comunidad de Madrid ha decidido tomar medidas.
De esta manera, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha puesto en valor este martes el Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas (SAAT) para la atención adicciones tecnológicas y el mal uso de las nuevas tecnologías, y ha subrayado que el próximo año se extenderá a los municipios de la región.
La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha ofrecido en otro acto datos alarmantes sobre el uso de las nuevas tecnologías: el 23% de los niños cree que pasa mucho tiempo en Internet, pero el 40% no sabe cuánto tiempo le dedica. Además, Ayuso ha apuntado al peligro de que los niños pierdan «la infancia» al acceder sin limitaciones a contenidos violentos y pornográficos para los que no están preparados emocionalmente.

La consejera, por su lado, ha recordado que el servicio del SAAT -«pionero» en España destinado a jóvenes y sus familias centrado en el uso responsable de las tecnologías- se extenderá a los municipios de la región a partir del próximo año con equipos itinerantes formados por un abogado, un psicólogo y un educador social.
Estos equipos se desplazarán hasta las diferentes localidades para atender, en locales cedidos por los consistorios, a quienes lo necesiten. Se empezará con tres equipos para implantarlo más tarde de forma progresiva.
De momento, la Comunidad pondrá en marcha un nuevo protocolo en las aulas para detectar y frenar las adicciones a las tecnologías, un protocolo que incluye la posibilidad de derivar a alumnos con este tipo de problemas a centros especializados.
El servicio
El SAAT de la Comunidad de Madrid es el primer recurso público en atender e intervenir en caso de tecnoadicciones, respondiendo a las demandas sociales que nacen debido al abuso de las tecnologías por parte de los más jóvenes. Desde 2018, este Servicio ha atendido a más 18.000 personas en las dependencias con las que cuenta en Madrid capital.
Además, la consejera ha destacado que el Ejecutivo regional seguirá reforzando servicios, como el de Asistencia Psicológica, dependiente de la Dirección General de Juventud, con el fin de que llegue a un mayor número de usuarios y con dos millones de presupuestos para nuevos psicólogos.
Por último, Dávila ha puesto en valor las más de 7.000 plazas habilitadas para atención social a personas con enfermedad mental y los más de 1.500 profesionales volcados en poder conseguir que los más vulnerables puedan mejorar su calidad de vida.