La revolución en el Servicio de Farmacia ha llegado al Hospital Universitario de Móstoles de la mano de un nuevo robot ‘farmacéutico’. El Hospital de Móstoles ha incorporado un innovador dispensador robotizado de medicamentos para mejorar la atención al paciente no ingresado.
Un cambio que se ha aprovechado además para crear dos nuevos espacios de consultas de atención farmacéutica y que forma parte un proyecto global para mejorar la robotización de los Servicios de Farmacia de un total de 26 hospitales públicos de la región. Además, se suma la reciente revolución logística implantada en el Hospital de Móstoles.
Los medicamentos de dispensación hospitalaria se recetan en el tratamiento de patologías infecciosas, inmunológicas (tratadas con fármacos biológicos), onco-hematológicas, respiratorias o cardiacas, entre muchas otras, con la particularidad de que se dispensan en el Hospital y no están disponibles en oficinas de farmacia.
La administración, la adherencia al tratamiento, la conservación de los medicamentos, así como posibles interacciones con otros medicamentos y los efectos secundarios son algunas de las cuestiones básicas que deben estar monitorizadas para garantizar la eficacia y la seguridad de estos medicamentos de administración compleja.
Un robot ‘farmacéutico’
A menudo esta medicación requiere regímenes de administración complejos, presentan interacciones con otros medicamentos o productos de herbolario, tienen efectos adversos que debemos minimizar o saber detectar y deben mantenerse en espacios refrigerados como característica prioritaria para conservar sus propiedades.
Para mejorar este servicio, el área de pacientes externos del Servicio de Farmacia del Hospital de Móstoles cuenta con un nuevo robot ‘farmacéutico’, un sistema robotizado de recepción y dispensación de medicamentos.
Se trata de un almacén robotizado autónomo que dispone de una tolva de reposición automática y está dotado de los dispositivos necesarios para incluir uno a uno los envases en su almacén refrigerado, o de temperatura ambiente, en función de las características de conservación de cada medicamento.
Un proceso automatizado
El sistema de clasificación y almacenamiento del robot ordena los medicamentos tomando como referencia el código bidimensional que recoge información relativa al nombre del medicamento, dosis, forma farmacéutica, caducidad, lote, número de serie y unidades en cada envase.
En el proceso de dispensación, a través de un sistema de cintas, transporta el medicamento directamente hasta el punto de dispensación en el que se atiende al paciente, sin necesidad de desplazamiento por parte de la persona que realiza la dispensación.
De esta manera, el robot ‘farmacéutico’ facilita un inventario automatizado y actualizado permanentemente para una mejor gestión del inventario. Ahorra tiempo al personal, reduce trámites manuales, y además aumenta la seguridad en el proceso de dispensación, reduciendo los errores humanos que podrían producirse durante este procedimiento.
Más consultas en el Hospital de Móstoles
La automatización del proceso de organización del almacén y dispensación de fármacos se ha aprovechado para llevar a cabo una reorganización general del funcionamiento de esta actividad en el Hospital de Móstoles, que más allá de abordar la dispensación de medicamentos, ofrece una nueva oportunidad para hacer al paciente partícipe en su patología.
Se explica por ejemplo cómo actuar frente a olvidos o retrasos en la administración, cómo identificar e interacciones atendiendo todas aquellas dudas que el paciente plantea en la consulta sobre la medicación nueva dudas sobre su patología, o administrativas (circuito de dispensación, adecuación de citas médicas, analíticas, etc.).
En la visita de inicio o cambio de tratamiento el farmacéutico en el Hospital de Móstoles se abordan todas estas cuestiones en las que se incide posteriormente en las consultas de seguimiento agendadas periódicamente, así como aquellas dudas que puedan surgir por solicitud del paciente.