Entre las actividades destacan una yincana familiar por el cerro del Telégrafo y una vista guiada al yacimiento carpetano ripense

RIVAS/ 15 DICIEMBRE 2020/ El Centro de recursos medioambientales ‘Chico Mendes’ de Rivas Vaciamadrid despedirá el año 2020 con varias propuestas de ocio ecológico para saber más de la tierra y de la flora y fauna ripense.

En primer lugar, el domingo 27 de diciembre tendrá lugar una yincana familiar libre y autoguiada por los pinos y laderas del cerro del Telégrafo. Es la propuesta lúdica que el centro de recursos ambientales Chico Mendes viene lanzando a la ciudadanía los últimos meses.

Las familias pueden disfrutar de una manera divertida y autónoma de este entorno natural situado en un extremo de la ciudad, el punto más alto del municipio, con 699 metros de altitud, y que forma parte del parque forestal de Mazalmadrit, cuña verde que rodea a la ciudad y se funde con el Parque Regional del Sureste.

La yincana de 1,5 kilómetros se puede completar en una hora y media. Pone a prueba las dotes exploradoras, aprendiendo nociones básicas sobre orientación al tiempo que se descubre el paisaje local. El domingo 27 de diciembre, de 11.00 a 13.00, habrá personal educativo para atender a la gente e iniciar la caminata.

Yacimiento carpetano

Por otro lado, el centro ‘Chico Mendes’ ofrecerá el martes 29 de diciembre una vista guiada al yacimiento carpetano ripense, el único yacimiento arqueológico carpetano visitable de la Comunidad de Madrid, que fue descubierto en 1996 y abierto al público en 2009 bajo el nombre de Miralrío.

Ubicado en el parque homónimo del Casco Antiguo, está datado en 2.500 años de antigüedad. Posee restos de un asentamiento con vestigios de las edades del Bronce y del Hierro. El pueblo carpetano, de origen celtíbero, ocupó el centro de la península Ibérica, y fue reabsorbido por la conquista romana, que penetraron la península en el año 218 antes de nuestra era, al comienzo de la Segunda Guerra Púnica con Cartago.

Algunos de los asentamientos carpetanos se ubicaban en riscos y escarpaduras (de ahí el nombre de carpetanos), en las que se habitaban las cuevas. Otros como Miralrío, en una colina. El enclave ripense es el ejemplo de lo que pudo ser un pequeño núcleo de población en el sureste madrileño.

En su visita, se puede observar silos excavados donde se guardaba grano y alimentos, los cimientos de una casa con dos estancias y una reproducción anexa a escala natural de la vivienda. Acceder a ella supone revivir el espacio donde se cocinaba, dormía y refugiaban del frío.

Una suelta de aves rapaces, en las inmediaciones del centro medioambiental Chico Mendes/ Ayto. Rivas

Fauna salvaje local

Por último, el lunes 4 de enero se ofrecerá una ruta guiada en busca de huellas y rastros de la fauna salvaje local. El Parque Regional del Sureste es un espacio natural protegido en el que viven muchas especies de animales, desde pequeños mamíferos como la musaraña y el topo, pobladores de matorrales y cultivos, hasta los más corpulentos como el jabalí.

También rapaces como el busardo y el milano, habitantes de bosques y cantiles; aves acuáticas como la cerceta y el somormujo; sin olvidar a anfibios y reptiles, como el sapo corredor y la lagartija ibérica. Todos muestran la gran biodiversidad del lugar.

En la mayoría de las ocasiones, es difícil observar a estos animales en su entorno. Sin embargo, si estamos atentos se pueden ver fácilmente sus rastros y huellas: marcas de pisadas, excrementos, mudas, restos de plumas o algún otro material biológico.

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