El tanatorio de Ciempozuelos comenzará a funcionar nuevamente el próximo miércoles, tras la adjudicación del servicio a la empresa ‘Servicios Funerarios Antonio
Álvarez’, del Grupo Interfuneraria.
Tras resultar adjudicataria del concurso, con una vigencia inicial de 5 años con dos posibles prórrogas de un año cada una, la empresa va a iniciar su funcionamiento tras haber acometido las obras para reparar los «desperfectos causados por la anterior empresa concesionaria», según han informado fuentes municipales.
De esta forma, los ciempozueleños podrán contar «con este servicio esencial para la ciudadanía», según el Gobierno local, quien ha asegurado que está satisfecho «por devolver este servicio a los vecinos de una forma digna, algo que no ocurrió con la última empresa, motivo por el cual hubo que desahuciarla».
Posteriormente, la pandemia causada por el Covid-19, la «complejidad de la concesión» y el estado en el que había quedado el edificio municipal ha propiciado que este proceso haya sido más largo de lo deseado.
La alcaldesa de Ciempozuelos, Raquel Jimeno, ha asegurado sentirse satisfecha de que los ciempozueleños «puedan ya acompañar a sus familiares sin salir de nuestro pueblo y garantizando un servicio digno».

Desarrollo de una adjudicación
El Pleno del Ayuntamiento de Ciempozuelos aprobó el pasado mes de julio en sesión extraordinaria un nuevo pliego para licitar la gestión del tanatorio municipal, tras dos intentos en los que el concurso quedó desierto al no presentarse ninguna empresa.
En aquel momento, “ninguna empresa optó» al procedimiento, lo que obligó a modificar las condiciones y a estudiar “distintas opciones posibles para que la reapertura del tanatorio sea una realidad”.
El Gobierno local consideraba que “el servicio es de fundamental relevancia”, aunque admitió que, “dada la situación de deterioro en la que quedó el tanatorio, está siendo más dificultoso poder conseguir su puesta en funcionamiento”.
Tras ello, los grupos políticos votaron de manera unánime a favor del expediente de
contratación, si bien en esta ocasión se decidió ofrecer a las empresas interesadas que opten a la gestión de las salas -un servicio que el Ayuntamiento considera «necesario para los vecinos»- sin la instalación del horno crematorio.
La vigencia inicial del contrato será de cinco años con dos posibles prórrogas de un año cada una, que supondrá al Ayuntamiento unos 340.000 euros en los primeros cinco años.
El Gobierno quiso en aquel momento «agilizar la apertura del tanatorio» y trabajar al mismo tiempo «en ofrecer un servicio completo con todas las garantías», según el Ejecutivo.