La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, ha criticado a la vicealcaldesa, Begoña Villacís, porque cree que no es de “buena persona” hacerse una “foto triunfal” al desmantelar una casa de cartón. Refiriéndose a la imagen que subió la política ‘naranja’ a sus redes sociales.
Maestre le espetaba que “hacerse una foto delante de una chabola desmantelada creo que no es la solución. A mí se me mueve la empatía y el corazón cuando pienso en alguien que vive bajo unos cartones a lo largo de una autopista“.
La de Más Madrid critica que no se centren en las personas que necesitan ayuda, “una foto triunfal junto a esa chabola aporta entre cero y nada a esa persona y a la ciudad porque los problemas serios y complejos hay que abordarlos con seriedad y complejidad”.
Desde la formación municipal piensan que sería mejor apostar por “ampliar las plazas de Samur Social y asumir que se trata con personas con muchos problemas, de pobreza pero en muchos casos también psicológicos, de adicciones”.
“Siempre ha habido personas en Madrid que malviven en la calle y nosotros tratamos de mejorar los recursos para que se integren en la sociedad pero expulsarles de una casa de cartón haciéndose una foto triunfalista no me parece ni una solución ni un gesto de buena persona”, ha concluido Rita Maestre.
Desalojan La Quimera en Lavapiés
Ayer, agentes de la Policía Nacional en una operación junto a la Policía Nacional desalojaron a varias personas del edificio okupado de La Quimera, en el barrio de Lavapiés, por una orden judicial, según han informado fuentes policiales.
Como ha señalado la Policía, de momento no hay detenidos, pero podría haberlos y también sustancias estupefacientes. Se ha desalojado a unas 70 personas, entre ellas un menor de edad, la mayoría indigentes.
La Policía Municipal localizó al propietario y le convenció para denunciarlo. Así han explicado que los últimos meses la inseguridad se ha incrementado en el barrio, por lo que agentes locales y nacionales han llevando a cabo un «importante esfuerzo» con personal fijo desde el mayo pasado (potenciado con 20 agentes más desde este septiembre), en contacto con los colectivos vecinales, con patrullajes permanentes y refuerzo policial (también social en el caso del Ayuntamiento).
Fuentes municipales indican que «gran parte de esa inseguridad provenía de ese centro okupado, algunos de cuyos residentes traficaban con drogas en todo el barrio de Lavapiés y se producían peleas«.
