El Teatro Real acoge el próximo 25 de abril el regreso de Richard Wagner al Teatro Real de Madrid con la ópera ‘Tristán e Isolda’
La puesta en escena de la obra tendrá lugar en versión de concierto semiescenificado bajo la batuta de Semyon Bychkov y con el cantante Andreas Schager en el papel «más exigente y brutal» para un tenor, según ha reconocido el director artístico del Real, Joan Matabosch.
El Teatro Real ofrecerá cuatro funciones, los días 25 y 29 de abril, y 3 y 6 de mayo, de una obra que se estrenó en Múnich en 1865. Sin embargo, será la primera vez que la ópera llegue en versión de concierto semiescenificada «con alguna pincelada de movimiento escénico e iluminación», según sus responsables.
Una ópera como «un maratón»
Para el director Semyon Bychkov, hacer esta ópera se asemeja a un «maratón». El responsable de la puesta en escena ha detallado que es una obra «plenamente cromática» porque existe un estado de conflicto que no puede resolverse hasta el último compás.
El intérprete austriaco que da vida a Tristán ha calificado la representación de este personaje «como subir al monte Everest» por las exigencias de ese papel «absolutamente especial» en su carrera, que ya interpretó en el Teatro Real hace casi una década.
«Creo que si hablamos de Tristán y de esta ópera hay que adoptar una perspectiva filosófica. Cada paso que damos en la vida nos conduce al punto en el que estamos. Tristán tiene un final feliz porque muere en brazos de su amada», ha señalado el tenor.
El tenor ha afirmado que «lo mejor es confiar en las emociones», preguntado por la preparación que debe asumir para la obra. «Cuando haces estos grandes papeles de Wagner, es muy importante confiar en las emociones. Eso te da el tono. Yo nunca pienso: ‘Tengo que colocarme así’. Lo más rápido es dejarte llevar por la emoción, como hace un bebé que es capaz de llorar durante horas», ha explicado.