La noticia de la construcción de una nueva gasolinera en Móstoles, justo enfrente del Parque Finca Liana, en la confluencia entre la Avenida Iker Casillas y la calle benito Pérez Galdós, sorprendió a los vecinos del barrio de El Soto a pocos días de las últimas elecciones municipales de mayo, cuando el proyecto estaba prácticamente encarrilado por el anterior Gobierno municipal, formado por PSOE y Podemos.

La primera reacción fue de incredulidad, ya que lo que se había venido rumoreando entre los vecinos más informados de la zona es que «lo que iba a construirse en aquella parcela privada era una ‘electrolinera’, con estaciones de recarga de vehículos eléctricos», según ha trasladado a Noticias para Municipios Francisco Baeza, quien se ha erigido en portavoz ‘no oficial’ de la plataforma No a la gasolinera.

Ninguno de los vecinos esperaba que, en plena batalla contra la contaminación, contra el uso del vehículo privado en casco urbano, que en aquella parcela, a escasos metros del Parque Finca Liana, uno de los pulmones verdes de la localidad, el Ayuntamiento permitiera la construcción de una gasolinera justo ahí, a escasos 20 metros de las viviendas donde viven Baeza y decenas de vecinos de El Soto.

«Ahora mismo estamos en el terreno donde se va a instalar la gasolinera, en la calle Benito Pérez Galdós. Como podéis apreciar está muy cerca de las viviendas«, nos señala Baeza, pisando los terrenos donde, si un milagro no lo impide, va a construirse la nueva gasolinera.

Unos terrenos, además, colindantes con otra parcela donde también está prevista una de las residencias público-privadas impulsadas por el anterior Gobierno local. Otra de las incongruencias que tampoco acaban de entender los vecinos, que nos detallan, plano en mano, el proyecto de nueva gasolinera.

Francisco Baeza, portavoz de la plataforma 'No a la gasolinera'/ Rubén S. Lesmas
Francisco Baeza, portavoz de la plataforma ‘No a la gasolinera’/ Rubén S. Lesmas

Ruido, contaminación y más tráfico

El proyecto presentado por Bnoil Desarrollo Global S.L.. para recibir autorización por parte del Ayuntamiento, que se encuentra en fase de planeación urbanística, contempla tres surtidores con seis mangueras cada uno para suministrar gasóleo A, A+ y gasolina sin plomo 95. Además, también se instalará un centro de lavado con tres pistas y cinco aspiradores.

«Vamos a sufrir el ruido, la contaminación y el problema de tráfico, que actualmente no tenemos. Además es un servicio que actualmente no lo requiere el barrio. Tenemos cuatro gasolineras muy cercanas y creemos que no tienen que haber una gasolinera más en el barrio», reitera Baeza como portavoz de una decena de vecinos que se ha reunido con Noticias para Municipios para hablar del proyecto.

«Vamos a sufrir el ruido, la contaminación y el problema de tráfico, que actualmente no tenemos. Además es un servicio que actualmente no lo requiere el barrio»

Además, Baeza resalta también como la nueva gasolinera va a quitar múltiples plazas de aparcamiento, sobre todo en la calle Benito Pérez Galdés. «Toda esta calle va a ser la entrada y salida de camiones y vehículos para acceder a la gasolinera. La cantidad de plazas de aparcamiento que nos van a quitar en un sitio que también tenemos las Fiestas Patronales, donde ya de por sí en esas fechas hay problemas de aparcamiento, vamos a tener un problema añadido con esta situación», añade.

Más allá del ruido o el impacto sobre el tráfico o los aparcamientos, un asunto que ha causado mucha extrañeza a los vecinos es su ubicación, justo enfrente del Centro de Ecología del Parque Finca Liana, uno de los principales pulmones verdes de la ciudad, que quedaría «a menos de 50 metros de un foco continuo de gases contaminantes».

«Este es un parque que tiene su fauna y su flora desde hace mucho tiempo y creemos que la gasolinera puede afectar a nivel medioambiental. Además hay parque infantiles, los niños van a tener que pasar delante de una gasolinera para poder acceder al parque», añade Baeza.

Al fondo de los terrenos se observa el Parque Finca Liana/ Rubén S. Lesmas
Al fondo de los terrenos se observa el Parque Finca Liana/ Rubén S. Lesmas

Un proyecto «bien atado»

Tanto Baeza como el resto de vecinos afectados son bastante pesimistas, ya que son conscientes de que los propietarios de la parcela dejaron «muy bien atado el asunto» con el anterior Ejecutivo local y que, según les ha trasladado el nuevo Gobierno de PP y Vox, poco pueden hacer ya sin caer en la prevaricación.

«El gobierno socialcomunista que tuvo el gobierno de Móstoles en dos legislaturas cambió la ordenanza diciendo que se podía colocar gasolineras a 20 metros de las viviendas y esto no lo han querido cambiar durante una legislatura«, explicaba a Noticias para Municipios el nuevo alcalde, Manuel Bautista (PP), quien también mostraba su sorpresa por «la rapidez» con la que se ha llevado a cabo este proyecto y «lo bien hecho que está».

«El gobierno socialcomunista que tuvo el gobierno de Móstoles en dos legislaturas cambió la ordenanza diciendo que se podía colocar gasolineras a 20 metros de las viviendas«

El nuevo alcalde pone el acento en cómo el anterior Gobierno municipal, formado por PSOE y Podemos, modificó en mayo de 2021 la normativa para permitir gasolineras a menos de 50 metros de las viviendas. Gracias a esa modificación, un año después los propietarios de la parcela han podido presentar el proyecto.

Bautista, quien ha mantenido en las últimas semanas varias reuniones con todos los implicados -propietarios, vecinos, técnicos municipales- insiste en que es «difícil» dar marcha atrás a esta instalación, pero ha trasladado a los vecinos que «están buscando el resquicio para que esto no se haga, sin caer en la prevaricación, esto es evidente».

Vecinos de la plataforma 'No a la gasolinera' sobre los terrenos donde irá la nueva estación de servicio/ Rubén S. Lesmas
Vecinos de la plataforma ‘No a la gasolinera’ sobre los terrenos donde irá la nueva estación de servicio/ Rubén S. Lesmas

A la búsqueda del «resquicio legal»

«Estamos viendo que resquicios legales, falta algún informe de la Comunidad de Madrid, sabemos que hay algún informe de impacto del ruido que no está bien hecho. Estamos buscando los resquicios, pero está difícil. Lo que también vamos a hacer es cambiar esa ordenanza, la de los 20 metros y volverla a los 50 o los 70 que había antes, porque a mí no me gusta una gasolinera en un sitio céntrico, enfrente del parque liana que es uno de los pulmones de la ciudad», ha añadido el primer edil.

El nuevo edil de Urbanismo, Sergio Soler, avanzó en el último Pleno municipal que el proyecto se encuentra en fase de planeación urbanística, a la espera del informe de la Consejería de Medio Ambiente que permita avanzar con los trámites. «Lo hemos mirado de frente, de canto y de perfil. No creemos que sea el sitio idóneo para hacerla, pero tenemos que cumplir la ley».

Soler apuntó en el Pleno varias cuestiones a las que ahora mismo se están agarrando los vecinos para que la Comunidad de Madrid, que es quien tiene ahora la última palabra, tuerza los planes de los propietarios. «Tendrán que ampliar el plan de ruido, porque no es suficiente. Tenemos un informe de Policía con respecto al tráfico que va a afectar a la zona bastante contundente», aseguró el edil de Urbanismo.

«Tendrán que ampliar el plan de ruido, porque no es suficiente. Tenemos un informe de Policía con respecto al tráfico que va a afectar a la zona bastante contundente»

También los propios vecinos de Móstoles integrados en la plataforma ‘No a la gasolinera’ han trasladado a la Consejería de Medio Ambiente un documento con 17 alegaciones en un último intento de frenar el proyecto de construcción de esta gasolinera.

Una de las vecinas que más ha trabajado en estas alegaciones, Maite García, insistía a Noticias para Municipios que la gasolinera, que estaría abierta las 24 horas y tendría un box de lavado y aspirado, estaría «a menos de 40 metros a viviendas que ya están construidas desde hace 20 años» y a distancias de «22 metros a viviendas que están proyectadas para construir».

Esta es una de las principales alegaciones que se han entregado a la Consejería, ya que la empresa propietaria proyecta poner la gasolinera a 33,52 metros de las edificaciones vecinas y a menos de 23 metros de las parcelas colindantes que tengan un uso residencial o dotacional, según muestra el Plan Especial.

Además, la gasolinera contaría con un depósito de combustible de 60.000 litros que se almacenará en un tanque soterrado. Este último asunto ocupa otra de las principales alegaciones a Medio Ambiente, ya que los vecinos aseguran que en la citada parcela «existe un pozo y aguas subterráneas» que se ponen en riesgo de contaminación.

Por otro lado, como ya señalaba el edil de Urbanismo, el incremento del tráfico en la zona es otra de las alegaciones planteadas ante la Consejería de Medio Ambiente, justo en estos momentos en los que se está trabajando en limitar las zonas de circulación de vehículos en casco urbano a través de las llamadas Zonas de Bajas Emisiones.

Vecinos de la plataforma 'No a la gasolinera' sobre los terrenos donde irá la nueva estación de servicio/ Rubén S. Lesmas
Vecinos de la plataforma ‘No a la gasolinera’ sobre los terrenos donde irá la nueva estación de servicio/ Rubén S. Lesmas

El último clavo ardiendo

«El proyecto está muy avanzado, el empresario ha hecho una inversión muy fuerte para poner la gasolinera aquí y la única solución que puede ser viable, según los políticos, es hacer un cambio de ubicación, siempre y cuando al propietario le interese cambiar, es una situación muy complicada«, lamentan los vecinos.

Este es último clavo ardiendo al que se agarran los vecinos, la posibilidad de que, si la Consejería de Medio Ambiente acaba poniendo algunas trabas al proyecto, ya sea en materia de ruido o en materia de tráfico, el propietario de los terrenos se plantee una ubicación alternativa de la gasolinera.

«Los vecinos no nos vamos a rendir y vamos a buscar todas las soluciones posibles para que esta instalación no se efectúe aquí en el barrio»

«Hemos llamado a la Comunidad de Madrid para que sean lo más exigentes posibles. Hemos llamado a los inversores y nos han dicho que con la inversión que ya han hecho, no pueden dar marcha atrás. Si al final se aprueba la gasolinera será porque cumple la legalidad», ha insistido el edil de Urbanismo.

Aún así, los vecinos no piensan en tirar la toalla y seguirán movilizándose. «Ahora mismo la esperanza que tenemos es poca, según lo que nos indican los políticos. Pero los vecinos no nos vamos a rendir y vamos a buscar todas las soluciones posibles para que esta instalación no se efectúe aquí en el barrio», nos reitera Francisco Baeza, haciendo nuevamente de portavoz ‘no oficial’ de los vecinos congregados.

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