El vicepresidente, consejero de Educación y Universidades de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha anunciado que el Ejecutivo autonómico “analizará seriamente” el decreto de ahorro energético del Gobierno central -que obliga reducir la temperatura del aire acondicionado a 27 grados y apagar luces en edificios públicos y escaparates a las 22:00 horas-, y que lo recurrirá ante el Tribunal Constitucional (TC) “si no es constitucional”.
En una visita al colegio público Tempranales de San Sebastián de los Reyes, Ossorio ha confirmado que la Comunidad madrileña no aplicará el decreto aprobado en el Consejo de Ministros. “Todo aquello que nos parezca negativo para los madrileños y también, por supuesto, para los españoles -ha precisado al respecto-, la Comunidad de Madrid, dentro de su ámbito de competencias, que no sea normativa básica, evidentemente no lo va a aplicar”.
El vicepresidente regional ha apelado al “tinte autoritario” del decreto y lo ha equiparado a los varios de los decretos, leyes y declaraciones de Estados de alarma que el Ejecutivo de Pedro Sánchez firmó durante la pandemia. “Fueron declarados inconstitucionales por el Tribunal Constitucional. Además -ha agregado en su argmentación-, adoptó muchas medidas que no consiguieron mejorar la salud, pero sí consiguieron hundir la economía, y eso es en lo que la Comunidad está totalmente en contra”.
Ossorio se ha referido también a las declaraciones de la ministra Teresa Ribera instando a la Comunidad a cumplir la ley.
“Nosotros no somos como otras comunidades que son bien conocidas y que el Gobierno consiente que incumplan. No nos gusta nada de ese ejemplo y, por tanto, cumplimos las leyes. Ahora bien -ha objetado-, en aquello que seamos nosotros competentes, por ejemplo en materia de Comercio, tendremos que analizar el Real Decreto Ley y en la medida que la Comunidad pueda ser competente no lo aplicaríamos”.
Solidarios con Europa
También ha reiterado que Madrid es “plenamente solidario con las decisiones de la Unión Europea”. Y si la Unión Europea, ante el problema de la guerra de Ucrania, dice que hay que ahorrar energía, somos plenamente conscientes de eso. Lo que nos preocupa -ha alegado- es un Gobierno que no afronta los problemas con seriedad, sino que adopta medidas que al final no consiguen los objetivos que se buscan, que es algo a los que nos tiene acostumbrados desde hace muchos años”.
Tras ello, ha calificado de “injerencia realmente descomunal” que el Gobierno de España “se ponga a decir cuál es la temperatura que debe haber en un lugar comercial, en un restaurante, en un cine, porque ya el comerciante y el empresario sabe que es la temperatura que debe poner para ahorrar energía por una parte, pero no para hundir el negocio.
“El Gobierno de Sánchez en vez de quitarse la corbata, lo que tiene que buscar son medidas de fondo que resuelvan el problema y no poner en medidas que se inmiscuyen en la labor de los comerciantes, de los empresarios, castigándolos una vez más”, ha zanjado.
Por eso, ha instado al presidente del Gobierno a “renunciar al Súper Puma y al Falcon”. “Creo -ha proseguido- que hoy está en Mallorca. Si tiene vergüenza, yo creo que debía volver en línea regular, como hacemos todos, exigiendo este sacrificio a los españoles. El señor Sánchez tiene que ser solidario con los españoles -ha apostillado el vicepresidente regional-, tiene que hacer algo o cesar a seis o siete ministros de esos 23, y además yo creo que este va a ser positivo para España, que quite a seis o siete ministros de los que están en su gobierno”.
Los empresarios, contra el decreto
En este contexto belicista, el presidente de Madrid Foro Empresarial, Hilario Alfaro, ha pedido a los comercios de la capital que no apliquen las medidas de ahorro energéticas aprobadas por el Gobierno central y que implican, entre otros, el apagado de los escaparates o una temperatura mínima de 27 grados para el aire acondicionado.
“Mientras no presente a ciudadanos el plan de austeridad de su Gobierno pedimos no asumir estos esfuerzos que pide tanto para la iluminación de escaparates como aire acondicionados”, ha solicitado en declaraciones suministradas a los medios.
Entiende que una ciudad con su “zócalo comercial apagado” es una ciudad “muerta” y que implicará un “aumento de la criminalidad” en las calles de la capital.
