Entrevista a los integrantes del Servicio Municipal de Recogida de Aceite Usado
“Gestionar el aceite es importante, es 100% reciclable y es maravilloso cómo colabora la gente”
El aceite es peligroso si lo viertes los sumideros. Bares y restaurantes tienen un servicio de recogida de acéite para su reciclaje, pero el uso doméstico estaba abandonado. Ir al punto limpio a depositarlo era un lastre para los hogares y un día, tres desempleados en riesgo de exclusión, vieron la oportunidad, estudiaron sus posibilidades y la aprovecharon. Esta es la historia del equipo que integra el servicio de recogida de aceite usado de Lyma. Una segunda oportunidad para el aceite, y para ellos mismos.

Pregunta: Contadnos un poco de vuestra historia ¿cómo se os ocurre esta idea?
Respuesta: José, Rubén y yo nos conocemos de haber trabajado antes juntos. Tenemos cierta edad y el mercado laboral nos cerraba las puertas. Llegamos a la conclusión de que con el aceite de cocina usado había una economía que se mueve a través de bares y restaurantes. Hice un curso de gestión de residuos y profundicé en el tema. Con ayuda de servicios sociales trabajamos de firme en la idea y su viabilidad.

P: ¿Cómo llegas a la conclusión del aceite de cocina?
R: Conocía a una persona que recogía aceites de coche y le pagaban por ello. Vi que en mi cocina tenía un par de frascos de aceite y pensé que en cada cocina tendría que haber también frascos. Por ley, los grandes productores de residuos tienen que tener un gestor para el aceite de cocina, las casas no están obligadas pero si estudiamos la población producimos más residuos que cualquier bar.
P: ¿Cómo fue la reacción cuando le contaste la idea a tus compañeros?
R: Lo vieron bastante claro y empezamos a trabajar informándonos para ver cómo ponerlo en marcha. Nos ayudan los servicios sociales porque estábamos en intermediación laboral, en una situación personal muy compleja. No teníamos más remedio que hacer algo que nos sacara de esta situación. En servicios sociales nos apoyaron, nos ayudaron a elaborar el proyecto y el estudio de viabilidad y lo presentamos en Gisa.

P: ¿Cómo vais a parar a la plantilla de Lyma?
R: Nos pusimos en contacto con la concejalía y con la alcaldesa que estudiaron el proyecto, lo vieron viable y tuvimos una entrevista con la gerencia de Lyma. Les interesó el proyecto porque vieron que el aceite de cocina es un residuo que todos generamos y que no sabemos hacer con él. Aunque se ponen puntos limpios no todos tienen la oportunidad de ir por diferentes motivos. Damos un servicio porque sabemos que el vecino sabe que no debe tirar el aceite en cualquier sitio pero se ve sin posibilidad de desplazarse a los puntos limpios.
P: Qué cambió en vuestra vida ese día en que os dijeron ‘Sí’
R: Fue un día estupendo porque después de hablar con el gerente de Lyma, Antonio de María y el Concejal de Limpieza, Ángel Muñoz a quienes les explicamos cómo lo íbamos a hacer, lo vieron viable. Eso se sujeta en tres pilares importantes, el cuidado del medio ambiente, la reinserción laboral y el servicio al vecino para que no se tenga que desplazar. Nosotros vamos a retirarles el residuo y nos aseguramos de que va a ser gestionado.

P: Son 6 puestos de trabajo ¿Qué situaciones se han salvado?
R: Estamos empezando a levantar cabeza. Estoy negociando con el banco para no perder mi vivienda, estaba en proceso de desahucio, Rubén y Javier igual, José tiene un hijo con discapacidad importante y parte de las ayudas que dan no las está recibiendo, y lo mismo con Marisol y el otro compañero. Esto es un giro de 180 grados, vuelves a coger tu vida y normalizar una situación que era anormal. La crisis ha azotado las economías mas bajas.
P: Ante este nuevo servicio ¿Cómo reacciona la gente?
R: Hay gente que lo conoce. Se hizo una campaña de información, de buzoneo, apoyó el Ayuntamiento, los medios locales, la revista municipal. Es importante concienciar para que nos lo den y que nosotros nos encarguemos de gestionarlo. El aceite es peligroso, si lo tiras por los sumideros al tocar el agua fría compacta, se queda en las paredes de las tuberías y se hace una bola y atasca. Eso es un gasto innecesario para las derramas de las comunidades y los colectores. La gente sabe que esto es útil porque además eliminamos residuos de la red de agua. Retirando estos residuos ayudamos a que los procesos reduzcan a las emisiones de CO2.

P: Sois pioneros, otras ciudades como Barcelona se han interesado y en Pozuelo lo quieren implantar. ¿Estáis contentos?
R: Sí porque es por el bien del planeta y de la economía en general ya que es un residuo reciclable al 100% y se pueden hacer muchas cosas como por ejemplo cremas y jabón.
P: ¿Cuánto habéis recogido en estos 4 meses que lleva vuestra actividad?
R: Desde noviembre llevamos unos 12.000 litros recogidos, que es lo mismo que lo recogido en todo 2014 y supongo que por extensión el resto de años. El servicio es eficaz, rápido y limpio porque evitamos acumulaciones de aceite. Marcamos un día y se recoge. Nos lo dejan en la puerta. No hemos tenido ni una gota derramada en un portal. Aún así, llamamos e informamos porque el boca a boca es importante. Habrá un momento en que la recogida sea más fácil. Según nuestras estadísticas habíamos sacado 1 litro al año por cada casa, pero vamos mejorando el servicio, la gente está concienciada, ven la furgoneta y sacan el aceite. La respuesta de los vecinos en un 99% es positiva, están remando a favor, saben que tienen que gestionar el aceite y aprovechamos para dar las gracias, la colaboración es maravillosa, la gente nos anima a seguir y el proyecto va bastante bien, de momento.

Muchas gracias Sonia, y gracias a tu compañero, os ha quedado un buen montaje. Ese es el mensaje. Si creamos proyectos nuevos que faciliten la vida cotidiana de las personas, podremos pensar en que existe un futuro, por muy largo que parezca el camino.
Seguimos caminando.
Rubén. PROYECTO R.E.CO.