El juicio contra los dos hermanos juzgados por perseguir temerariamente y provocar el accidente mortal que acabó con la vida de tres personas en agosto de 2020, entre ellos su propia hermana y una sobrina menor de edad, se ha reanudado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid con la declaración de los dos acusados.
Estos dos hermanos, a los que piden penas de hasta 67 años de cárcel, están acusados de provocar el accidente ocurrido el 24 de agosto de 2020 en la antigua carretera de Extremadura, a la altura del kilómetro 20, en el término municipal de Móstoles.
En la primera sesión del juicio se dio a conocer que el móvil que provocó la persecución de los dos hermanos se originó a raíz del malestar de una de las víctimas, la mujer de 30 años, al querer someter la ‘matriarca’ a su hija a una prueba del pañuelo ante su próximo casamiento.
Este lunes, con la reanudación de la vista, se conocía la versión de uno los acusados. Uno de los dos hermanos, el que iba de copiloto, ha negado que colisionaran con el otro vehículo, que se salió de la carretera solo tras realizar un adelantamiento, y ha asegurado que él se limitó a acompañar al conductor porque le vio nervioso.
Este acusado ha relatado que acudió a casa de su madre sobre la doce de la noche del 24 de agosto de 2020 porque vive cerca y oyó gritos y vio que su progenitora sufría un ataque de ansiedad porque había discutido con su hija Pilar (hermana del acusado), y ésta y un cuñado suyo se habían llevado a las hijas de Pilar en coche.
Él no sabía por qué se habían peleado, pero su hermano le pidió que le acompañara a encontrar a las hijas de Pilar, algo a lo que se negó inicialmente, pero a lo que accedió porque le vio «nervioso» y temió que sufriera un accidente.
En su declaración, ha insistido en que él trató de tranquilizar a su hermano y le pidió en repetidas ocasiones «que no adelantase, que redujera la velocidad y que parara». Durante el viaje vieron el coche del cuñado de Pilar y le siguieron, viendo cómo ese coche adelantaba a otro y perdía el control, negando que ellos colisionaran con ese vehículo en el iban su hermana y su cuñado con sus sobrinas.
Una versión que contradice lo contado por el marido de Pilar, quien delató a sus dos hermanos segundos antes de morir durante una conversación que mantuvo con su marido en la que le alertó de que le estaban golpeando bruscamente por detrás de su coche hasta que chocaron contra un árbol.

Se fue en un taxi
Ha explicado que su coche también derrapó y dio varias vueltas de campana y él y su hermano pidieron ayuda a un taxi que pasaba, tras lo que él se fue.
Gracias a esta declaración, la Fiscalía ha decidido rebajar el grado de participación de este hermano en los hechos de coautor a cómplice, porque considera que «lo que realiza Ruiz Manuel no es imprescindible para cometer el hecho».
Sin embargo, el otro hermano acusado, que conducía el vehículo, no ha declarado porque, según ha alegado su abogada, no estaba en condiciones ya que se encuentra bajo tratamiento médico porque es una persona con problemas mentales que tiene reconocida una discapacidad del 49 por ciento.
Así se ha acogido a su derecho a no declarar aunque el presidente de la Sala ha considerado que sí puede hacerlo porque el informe de las médicos forenses ha confirmado que el acusado no padece de ninguna psicopatología relevante.