El Ayuntamiento de Móstoles ha anunciado la reapertura, desde este mismo viernes, del Parque Natural de El Soto, que permanecía cerrado desde el 18 de marzo pasado tras la confirmación de un foco de gripe aviar que provocó la muerte de cerca de un centenar de aves.

En concreto, fuentes municipales han señalado que el parque volverá a abrir al público a partid de las 15.00 horas de este viernes, después de que los técnicos municipales del área de Sanidad “hayan verificado que se puede proceder con seguridad para los usuarios”.

Como medida de precaución, se reforzarán las labores de limpieza en el parque y se recomienda a los usuarios “no dar de comer a los animales que habiten en la zona”, por lo que se colocarán diferentes carteles a lo largo del parque para incidir en estos mensajes de carácter preventivo.

En caso de que pueda aparecer algún ave muerta o con síntomas de enfermedad, se aconseja “no tocarla y avisar a la Policía Municipal para que se proceda a su retirada”.

El Ayuntamiento de Móstoles decidió clausurar este parque natural el 18 de marzo pasado después de la aparición de 90 ocas, 5 gansos del Nilo y un ánade real, muertos aparentemente por un caso de gripe aviar, que fue confirmado días después por los análisis realizados en el Laboratorio Regional de Sanidad Animal.

«Se trata, de nuevo, de una variante con baja capacidad de transmisión a los seres humanos y los ejemplares fueron encontrados por técnicos municipales que están coordinados, en todo momento, con los profesionales del departamento del Ejecutivo autonómico», señalaba el Ayuntamiento tras el cierre.

Ocas en el Parque Natural de El Soto
Ocas en el Parque Natural de El Soto/ Ayto. Móstoles

Tres meses cerrado

Días después, tras confirmarse el caso, el Gobierno regional emitió una orden que aprobaba varias medidas sanitarias para prevenir la difusión de gripe aviar en la zona sur, estableciendo que los propietarios de aves tienen la obligación de registrar sus explotaciones no comerciales o familiares en un censo.

Entre las medidas, además de prohibir la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral, también quedaba prohibido el suministro de agua a las aves de corral procedente de depósitos de agua donde puedan acceder aves silvestres, salvo en el caso de agua tratada de modo que garantice la inactivación del virus.

Los depósitos de agua situados en el exterior exigido por motivos de bienestar animal para determinadas aves de corral, quedarán a su vez suficientemente protegidos contra las aves acuáticas silvestres.

Por otro lado, se solicitó extremar las medidas de bioseguridad en las explotaciones de cría de aves de corral de cualquier tipo, minimizando las visitas a las instalaciones y aplicando protocolos de limpieza y desinfección a vehículos y personas.

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