A días de que comiencen las clases siguen sin colegio, por lo que piden la apertura de un aula en un colegio que sea accesible
GETAFE/ 6 SEPTIEMBRE 2020 / Una veintena de familias de las tres escuelas infantiles municipales de Getafe con problemas de escolarización en Primaria han reclamado la apertura de un aula para agrupar a sus hijos.
Los afectados han asegurado que a días de que comiencen las clases siguen sin colegio, por lo que han exigido la apertura del aula, “preferiblemente” en el CEIP Miguel Hernández u otro que sea accesible y cumpla con las necesidades de las familias.
Al respecto, han asegurado que llevan sufriendo meses “de autentico calvario por culpa de un proceso de escolarización profundamente discriminatorio con el alumnado de las escuelas infantiles municipales de 0 a 6 años que quieren acceder a los colegios”.
Asimismo, han señalado que les han desplazado de sus barrios “por la carencia de oferta educativa pública”, ya que algunos que consignaron tres opciones “se las han denegado todas”, mientras que en las adjudicaciones provisionales de junio se les asignaron centros que en “varios casos distan 15 km de distancia de sus domicilios o ni siquiera han recibido una propuesta de escolarización”.
Además, consideran que llegar a septiembre sin conocer el centro en que van a ser escolarizados sus hijos “es un problema que hay que prever, planificar y resolver, ya que los barrios que más sufren estas consecuencias son Los Molinos y Buenavista, y genera colapso en los centros educativos del Sector III.
Buenos días,
A día de hoy, hay familias que seguimos sin poder escolarizar a nuestros hijos. Parece mentira que las personas que te atienden sean personas, con sus problemas y sus necesidades. La señorita del SAE es la única que da la cara, bien o mal, puede gustar o no, pero es la única persona que hasta la fecha da la cara o a la que se puede acudir, día sí día también, para ver cómo se mueve todo o cuánto queda. El DAT, imposible, la inspección imposible. El Ayuntamimento nos da la razón, pero la realidad es que ellos no pueden hacer nada y los menores siguen en casa.