La empresa Corrugados ha confirmado la presencia en sus instalaciones de Getafe de un elemento radiactivo, el Cesio 137, que entró de manera externa en la factoría, pero que está controlado y sin emisión, aunque para las labores de limpieza -que pueden alargarse un mes- ha solicitado un ERTE que afectará a parte de los trabajadores de producción de la acería.
La empresa ha emitido un comunicado después de que la Plataforma de Afectados por Corrugados alertase de un fallo en el sistema de seguridad, por lo que pidió explicaciones al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). En el documento explica que se detectó la presencia de Isótopo Cesio 137 en un camión que contenía polvo de acería, el pasado 12 de septiembre, lo que activó todos «los protocolos oficiales e internos, comunicándolo de inmediato al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), quienes se personaron en nuestras instalaciones para llevar a cabo un análisis de la situación». Según determina este protocolo, se avisó a una Unidad Técnica de Protección Radiológica (UTPR) para llevar a cabo mediciones.
Después de las mediciones realizadas, la evaluación del personal del CSN confirmó que «no existió ningún tipo de emisión en el entorno de la instalación». «Todo el material afectado se encuentra dentro del sistema de extracción de polvo de humo y cisterna, por lo que no ha habido emisiones», detalla.

Funcionaron los controles
Corrugados ha señalado que, merced al «buen funcionamiento de los sistemas y controles» fue posible «la identificación del material afectado antes de la salida de fábrica» y ha explicado que la razón por la que no se habría detectado a la entrada fue que «el material con presencia de Cesio 137 habría venido apantallado».
«El perfecto funcionamiento de los más estrictos controles dentro de la fábrica de Corrugados Getafe y la activación inmediata de los protocolos oficiales e internos establecidos es una garantía máxima de seguridad y compromiso de la empresa. Reiteramos que esta incidencia no ha tenido impacto en el personal, ni en el
público ni el medioambiente», ha zanjado.
Limpieza de la zona
Pese a ello y siguiendo los protocolos marcados por el CSN, Corrugados «ha propuesto un plan de limpieza de dos silos de polvo y una cisterna por parte de una UTPR acreditada en la zona de acería, que deberá permanecer parada mientras duren los trabajos de limpieza».
Aunque la actividad de Corrugados Getafe se mantiene en tres de las cuatro secciones que componen la fábrica (entrada de chatarra, laminación y expediciones) al no haber ningún riesgo para la salud del personal, se ha solicitado un ERTE «por fuerza mayor» a la Comunidad de Madrid para los trabajadores de producción en una primera fase.
«Posteriormente -agrega la firma- puede afectar de manera escalonada a los trabajadores de laminación conforme se vaya reduciendo la carga de trabajo. El ERTE tiene prevista su finalización el próximo 29 de octubre», tras la labores de limpieza que podrían durar un mes.
Además, va a llevar a cabo «reconocimientos médicos a aquellos trabajadores que pudieron estar en contacto con el material encontrado, así como a aquellos empleados que de manera voluntaria lo soliciten». «De esta manera -ha apostillado la empresa-, se garantiza la tranquilidad y el bienestar del personal.