Entre julio y septiembre de 2025, la violencia machista volvió a colapsar los juzgados especializados en España. En apenas tres meses se registraron 53.268 denuncias, lo que equivale a 579 cada día, según el último informe trimestral del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial. La cifra confirma que la violencia de género no remite y se mantiene prácticamente en los mismos niveles que hace un año.
El informe refleja que en ese periodo fueron 49.156 las mujeres víctimas, un 0,88% más que en el tercer trimestre de 2024. Las denuncias también crecieron, aunque de forma leve, un 0,23%, lo que sitúa el fenómeno en una preocupante estabilidad estructural. Traducido a tasas, 19,8 de cada 10.000 mujeres en España fueron víctimas de violencia machista durante el trimestre, una cifra casi idéntica a la del año anterior.

La mayoría de las denuncias —el 72,29%— fueron interpuestas directamente por las propias víctimas, ya sea en sede judicial o en comisaría. Sin embargo, el resto delata la importancia del entorno y de los mecanismos institucionales: el 16,27% procedieron de intervenciones policiales directas; el 6,96%, de partes de lesiones remitidos a los juzgados; el 2,56%, de servicios asistenciales o terceras personas; y solo el 1,92%, de familiares.
Nacionalidad y menores bajo tutela
El perfil de las víctimas muestra una mayoría de mujeres españolas (61%), frente a un 39% de mujeres extranjeras. Entre las 121 menores tuteladas registradas en el trimestre, casi siete de cada diez eran españolas. Estos datos confirman la dimensión transversal del problema, que atraviesa nacionalidades y contextos sociales.
Entre las mujeres que se negaron a declarar en contra de su agresor, el porcentaje mayor es el de extranjeras, casi un 13%, frente a españolas.
Uno de los indicadores más alarmantes del informe es el aumento de las mujeres que deciden no declarar contra su agresor. 5.480 víctimas se acogieron a la dispensa legal que les permite no testificar, lo que supone un incremento del 22,51% respecto al mismo periodo del año anterior.
En términos relativos, 11,5 de cada 100 víctimas renunciaron a declarar. El porcentaje fue mayor entre mujeres extranjeras (12,67%) que entre españolas (10,17%), un dato que apunta a barreras añadidas como la dependencia económica, el miedo o la situación administrativa.
Territorios con mayor incidencia
El impacto de la violencia machista no es homogéneo en todo el país. Baleares lidera la tasa de víctimas con 35,9 por cada 10.000 mujeres, seguida de la Comunidad Valenciana (25,3), Canarias (24,4) y Murcia (24,1).
También superan la media nacional Cantabria, Madrid y Andalucía. En el extremo opuesto se sitúan Galicia, La Rioja y Castilla y León, con las tasas más bajas, aunque ninguna comunidad queda al margen del problema.
El 94% de las sentencias emitidas por los Juzgados de Violencia sobre la Mujer fueron condenatorias.
Órdenes de protección: siete de cada diez concedidas
Durante el trimestre se solicitaron 12.844 órdenes de protección, un 1,6% menos que el año anterior. De ellas, se concedieron 8.920, lo que supone que casi siete de cada diez solicitudes (69,44%) fueron estimadas. La mayoría incluyeron medidas penales como la prohibición de comunicación y la orden de alejamiento, ambas aplicadas en más de seis de cada diez casos.
En el ámbito civil, los juzgados adoptaron 5.100 medidas, principalmente relacionadas con la prestación de alimentos y la atribución de la vivienda, además de casi 1.000 suspensiones del régimen de visitas y 667 suspensiones de guarda y custodia, subrayando el impacto directo de la violencia machista en la infancia.

Alta tasa de condenas
Los tribunales dictaron 13.440 sentencias en el trimestre, de las cuales el 84,64% fueron condenatorias. Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer registraron el porcentaje más alto de condenas, por encima del 94%, seguidos de las Audiencias Provinciales y los Juzgados de lo Penal. Además, 77 menores fueron enjuiciados por delitos de violencia sobre la mujer en el ámbito de la pareja o expareja.
La presidenta del Observatorio, Esther Rojo, ha insistido en la necesidad de reforzar la formación, la especialización y los medios del sistema judicial y ha animado a las víctimas a denunciar. Pero los datos muestran una paradoja inquietante: mientras las denuncias se mantienen, crece el número de mujeres que callan ante el juez, evidenciando que la respuesta institucional sigue siendo clave para romper definitivamente la espiral de la violencia.
