Trabajadores del Summa han denunciado este jueves su situación laboral por el cierre de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que desde marzo del pasado año no han sido reabiertos.

Profesionales de este servicio se han congregado la mañana de este jueves en las puertas del WiZink Center para trasladar el malestar de médicos, enfermeras y técnicos de este Servicio de Urgencias Médicas de Madrid ante la incertidumbre y condiciones laborales al no reabrir los SUAP.

Un año y medio después de este cierre, los trabajadores del Summa critican que desde la Administración regional continúan con cambios de turnos y horarios para este personal “porque no saben qué hacer” con ellos “en vez de devolver al usuario lo que necesita”.

Estos trabajadores atendían una media de 700.000 pacientes anuales en los Servicios de Urgencias de los centros de salud, con un índice de derivación a centros hospitalarios de entre el 5% y el 7%.

Su cierre conlleva que los ciudadanos tengan que desplazarse a centros hospitalarios para recibir atención en casos como cortes, dolores leves o catarros que antes se trataban en estos servicios de Atención Primaria.

Una situación que ha contribuido, han indicado, al aumento de la presión hospitalaria, “saturando con situaciones que nos son hospitalarias y haciendo que los tiempos de espera para tu atención sean desmedidos”, ha relatado Verónica Postigo, en este servicio desde 2017.

Protesta del Servicio de Urgencias Médicas de Madrid (SUMMA) en el Wizink Center / A. Pérez Meca / Europa Press 28/10/2021

Cierre de los SUAP

El cierre de los SUAP por la pandemia del Covid-19 llevó a que los trabajadores del Summa pasaran a trabajar al hospital de campaña montado en Ifema Madrid. “Fuimos sin rechistar, entendiendo la situación, cambió nuestro lugar de trabajo, horarios e incluso tareas asistenciales, pero era evidente que allí se nos requería”, ha explicado Postigo en redes sociales.

Dos meses después regresaron a los centros “cerrados”, donde les enviaban “un vehículo para atender a los ciudadanos en la calle a veces irrisoria ya que nos desplazábamos dos trabajadores, con el coche y equipo correspondiente a poner inyecciones o hacer curas a personas con perfecta movilidad”. “Aún así, lo valoramos como una opción de atender o medio atender al ciudadano dentro del caos”, ha concreto.

Tras estos movimientos, fueron desplazados a la campaña de vacunación contra el Covid-19 en macropuntos como el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal o el WiZink Center “sin apenas previo aviso” y obligándoles a un “nuevo de puesto, lugar y horarios”.

Y allí fuimos para dar cobertura a una nueva necesidad poblacional que siento podría haber sido más cómoda y segura para cada usuario en su zona de referencia“, han concretado. A día de hoy, denuncia, “nos vuelven a cambiar turnos y horarios porque no saben que hacer con nosotros en vez de devolver al usuario lo que necesita”.

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