El juez de Instrucción número 52 de Madrid tomará este viernes declaración en calidad de investigado al joven de 20 años que el pasado mes de septiembre denunció haber sufrido una falsa agresión homófoba en el barrio de Malasaña, un caso que levantó un gran revuelo social.
El joven manifestó el pasado 5 de septiembre en sede policial que ocho encapuchados le habían tatuado en los glúteos la palabra ‘maricón’ con una navaja. El caso levantó una oleada de protestas por la inseguridad del colectivo LGTBI.
Será interrogado por la presunta comisión de un delito de simulación de delito, tipificado en el artículo 457 del Código Penal. Este delito implica multa de entre seis y doce meses.
La investigación dio un giro por completo después de que confesara a la Policía que interpuso una denuncia simulada. Lo hizo a instancias de su novio, que desconocía lo ocurrido, y para ocultarle que las laceraciones que tenía en el glúteo fueron fruto de una práctica masoquista consentida con otros dos hombres.