OPINIÓN JESÚS SANTOS: Durante el año pasado tomamos la decisión de remunicipalizar el alumbrado de la ciudad. Se trató de una apuesta firme de nuestro gobierno municipal para resolver los problemas de iluminación, dado que la anterior situación de contrata privada arrastraba muchísimas carencias cuya resolución se había pospuesto durante más de una década.

Los esfuerzos por iluminar el espacio público están enmarcados en el objetivo de avanzar hacia un Alcorcón para vivir, en el que el disfrute y la creación de relaciones de comunidad desplace las formas frías e impersonales de la clásica ciudad dormitorio, impuesto por el desarrollo económico, social y urbano de las últimas décadas.

A día de hoy, los equipos de la empresa pública ya están sustituyendo diferentes puntos de luz a LED, lo que nos permite aumentar la luminosidad de las calles y mejorar en eficiencia energética. Dicho de otro modo, este cambio nos permite avanzar hacia un Alcorcón más sostenible y seguro.

En esta primera fase estimamos que el cambio llegue al menos a 3.443 puntos de luz. Para ordenar los trabajos, hemos priorizado lo que definimos como “puntos negros”, que son las zonas donde los problemas de iluminación son considerados más graves. Esta evaluación se ha hecho tras recopilar la visión de técnicos y policía, así como de las vecinas y vecinos.

¿Por qué hemos decidido poner en marcha esta medida?

En primer lugar, por sostenibilidad.

El cambio a LED supondrá una mejora en eficiencia energética, reduciendo el consumo de electricidad. Esto generará un efecto positivo en el medioambiente al reducir emisiones y dotarnos de una infraestructura más respetuosa con nuestro planeta.

En segundo lugar, por seguridad.

El nuevo alumbrado ofrecerá una mayor iluminancia permitiendo que tanto peatones como conductores puedan ver mejor por las noches. Esto repercutirá mejor en la relación del vecino con el espacio público, reduciendo accidentes y disuadiendo los comportamientos incívicos.

En tercer lugar, por eficiencia.

El cambio reducirá el coste de iluminar la ciudad. No olvidemos que, en un municipio, la iluminación del espacio público es un servicio esencial y se sufraga de la caja común de las vecinas y vecinos. Hacer más eficiente la manera en la que damos la luz supone ahorrarle costes a la ciudad. A largo plazo, esto puede ayudarnos a marcar la diferencia.

En cuarto lugar, por compromiso con las vecinas y vecinos de Alcorcón.

En octubre de 2018, cuando aún estábamos en la oposición, lo enuncié en el Teatro Buero Vallejo como parte de nuestro plan para reflotar la empresa pública, ESMASA. Una vez finalizó la concesión privada en 2021, desde el Gobierno municipal nos hicimos con la gestión del alumbrado para poder intervenir directamente sobre los puntos de luz y ya estamos haciendo los trámites correspondientes para que esta municipalización sea permanente. Se trata de recuperar el control directo para responder a las necesidades vecinales.

La transición hacia el alumbrado LED podrá disfrutarse en breve en muchísimas calles, pero es una política pública que se hace pensando en el futuro. Todo lo que logremos cambiar se quedará para la ciudad con los correspondientes beneficios medioambientales, económicos y cívicos que hemos explicado durante los párrafos anteriores.

Nuestro objetivo es claro, avanzar hacia una ciudad para vivir, donde nuestras vecinas y vecinos puedan disfrutar de su espacio público con la confianza de que se están sentando las bases para que nuestras hijas, hijos, nietas y nietos puedan disfrutar de Alcorcón durante la próxima década.

Jesús Santos, teniente de Alcalde de Alcorcón y Presidente de ESMASA

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