Empate que le hace al Móstoles no perder comba con los puestos de arriba, pero que deja el sabor amargo
MÓSTOLES/ 9 MARZO 2020/ El CD Móstoles URJC obtuvo un trabajado punto en su visita este fin de semana a Vallecas, en el duelo que le medía a un filial del Rayo Vallecano que mostró una de sus mejores versiones.
Empate que le hace al Móstoles no perder comba con los puestos de arriba, pero que deja el sabor amargo ya que el conjunto azulón podría haberse metido en zona de playoff de haber logrado un triunfo en Vallecas.
El partido comenzaba con un filial vallecano bien plantado en el campo y suyos fueron los primeros acercamientos. El Móstoles leía bien el partido y trataba de tapar los espacios interiores y defendía bien en su campo, tratando de salir con velocidad.
Los acercamientos locales eran estériles y era el Móstoles el que pegaba primero. Balón de Nacho Buil desde la derecha, Mario Rivas peinaba y Salmerón se lo acomodaba con calidad para poner el balón en la red y hacer el 0-1.
El paso por vestuarios iba a traer consigo un cambio de guion. Un gol anulado fue un estímulo para el Rayo, que empezó a atacar con más determinación los dominios de Aitor, pronto iba a encontrar premio. De nuevo desde el flanco derecho, como sucediese en la primera mitad en aquella portería, Jorge se anticipaba a su par y remataba en el primer palo un balón entre una maraña de piernas azules y hacía el empate.
El tanto estimuló al Rayo que se vio capaz de ir a por el partido y a los diez minutos, a la salida de un córner aparecía el otro central local, Giménez, que se elevaba sobre todos y sobre todo para cabecear a la red un obús que se colaba en la escuadra, dando la vuelta al partido.
Se ponía más cuesta arriba aun el choque para el Móstoles. A falta de diez minutos Toto era expulsado, por una primera amarilla, que García Padilla tintó de rojo por la protesta azulona, con una segunda amonestación y dejando a los de Víctor González con diez. Parecía el más difícil todavía, pero el partido aún tenía reservado otro cambio de guion.
Uno de los refranes del fútbol, que a veces se juega mejor con diez, qué con once, se iba a cumplir. Víctor González cambio el sistema y empezó a defender con tres centrales para ganar efectivos en ataque y el Móstoles tuvo varias acciones que se concretarían en el minuto 91 con el empate.
Empate electrizante que era de sabor amargo para ambos. Los dos conjuntos saborearon los tres puntos durante varios tramos del partido, ambos dispusieron de opciones para poner tierra de por medio a su rival, por lo que el empate se antoja justo pero insuficiente de momento para las aspiraciones mostoleñas, que aplazan siete días más asentarse en puestos de playoff.