Estas cifras suponen un incremento del 26% respecto al mismo periodo del año anterior
RIVAS/ 21 SEPTIEMBRE 2020/ La ciudadanía ripense ha logrado reciclar en siete meses más de 1.210 toneladas de envases en los contenedores amarillos gracias al programa Desafío Rivas Recicla, puesto en marcha por la empresa municipal Rivamadrid y la empresa Ecoembes.
Estas cifras suponen un incremento del 26% respecto al mismo periodo del año anterior y más de tres cuartas partes de lo que se recicla se hace correctamente. De esta manera, cada ripense recicló en ese intervalo 13 kilos de envases.
Según la memoria anual de gestión de 2019 de Rivamadrid, la calidad del reciclado de los habitantes ripenses es un 15% mejor que la media de la Comunidad y casi un 4% mejor que la media nacional.
El proyecto Desafío Rivas Recicla para conocer el impacto ambiental en la localidad y premiar las buenas prácticas comenzó en diciembre de 2019, con una duración estimada de seis meses. Pero tras la declaración del estado de alarma y el confinamiento de la población, se decidió añadir otros 30 días a esta acción.
Los camiones de Rivamadrid han ido registrando durante este tiempo el peso total de su carga y la localización de cada contenedor amarillo en la ciudad. El sistema de control centralizado recibía los datos y, en referencia a las ubicaciones reseñadas, asignaba los pesajes a cada uno de los 45 distritos censales en los que se encuentra dividida Rivas.
Premios
Por distritos censales, el que más recogió alcanzó los 71.123 kilos. Se trata de la manzana comprendida entre las calles de Valladolid, Barcelona, San Sebastián y paseo de las Provincias.
Como recompensa, Rivamadrid reemplazará ahora todos sus contenedores amarillos por los nuevos modelos de boca ancha. Además, cada vivienda de esa zona recibirá una bolsa para la compra, fabricada con plástico proveniente del reciclado de botellas PET, como recuerdo de su participación en el Desafío Rivas Recicla y por su compromiso con la sostenibilidad.
Ya el año pasado, Rivas recibió el premio ‘Buenas prácticas, que concede anualmente Ecoembes, por tener una menor cantidad de ‘impropios’ (materiales que no deben colocarse en el contenedor amarillo) en comparación con otras localidades.