En 1985, surgió un proyecto novedoso en Leganés que pretendía llevar un deporte minoritario, la gimnasia rítmica, al colectivo deportivo local. Es el club ‘Rítmica Leganés’. Empezaron con 20 gimnastas federadas y hoy, 39 años después, ya son 80 las que compiten en varios niveles. El club ha crecido de tal manera que hoy ya son 600 las jóvenes que practican este deporte.
María Gómez lleva nueve años al frente de la entidad como presidenta. Asegura que en el club hay mucha satisfacción por el crecimiento en los últimos años. De hecho, hay 9 gimnastas que actualmente compiten en la categoría absoluta, un número muy elevado del que se sienten orgullosos en la entidad porque, al fin y al cabo, son quienes pasean el nombre del municipio por todos los rincones del país. “Nos representan a nivel nacional y van con el nombre de Leganés a todos los campeonatos”, esgrime Gómez.
El club cuenta con 24 entrenadoras en escuelas locales, todas ellas exgimnastas del club que han defendido “sus colores”, y cuyo objetivo es generar la misma ilusión con la que ellas mismas empezaron.
Pero el club, además de competir, intenta trasladar en varios ámbtitos los valores de este deporte. Así, imparte extraescolares en varios centros escolares. “Damos importancia al deporte base: somos ya 600 alumnas, y estamos muy contentas de la progresión del club en los últimos años”, defiende la presidenta, que atribuye este crecimiento “al esfuerzo del cuerpo técnico y entrenadores”.
Gómez -que recuerda cómo la pasada Navidad se bloquearon los accesos al pabellón Europa por 600 familias que acudieron a los actos del club- asegura que la rítmica ha dejado de ser un deporte minoritario al que ya empiezan a sumar algunos niños.
La presidenta del club mantiene que nunca se han “sentido desplazadas” en el tema de ayudas económicas, pero reconoce que “siempre” reciben “menos subvenciones que otras modalidades deportivas”. “Si tuviéramos más apoyo, podríamos crecer”, zanja.
En cuanto a los objetivos del club, la principal meta es crear “ilusión en todas las niñas y que practiquen este deporte”. Todo ello sin dejar de lado la competición. El club busca que sus deportistas lleguen a los campeonatos de España, algo que “es muy difícil”.
“El podio -agrega- es el objetivo de todo deportista. Pero a nivel personal queremos crear personas, gente sana. El valor de la persona y la gimnasta es muy importante en la educación”.
Más historias humanas
Adelina Fominé es una integrante del equipo. Empezó a los 3 años en Rusia, y a los 6 vino a España, donde fue elegida para la selección nacional a las 12 años. Con 19 años cuando lo dejó, pensó que acababa su carrera en la rítmica. Pero, hoy a sus 27 años, aún sigue vinculada.
Tras pasar por centros de alto rendimiento, considera que la rítmica es “disciplina, amistad, trabajo en equipo y sacrificio”. “Disfrutamos cada día”, sintetiza.
Una de las competidoras, Mónica Moreno, asegura que lleva desde los 7 años entrenando. “Nunca lo voy a dejar”, afirma convencida. Esta joven gimnasta asegura que su meta es “llegar a un campeonato nacional y ser lo más que pueda”. Mónica cree que podría entrenar mucho más y se define como una amante del aro, su especialidad.
