Unas 2.000 personas participaron en el acto contra el cable-esquí en el lago de Polvoranca
No pudieron rodear completamente la laguna porque se hubiesen precisado unas 4.000 personas para bordear los 3 kilómetros de perímetro
LEGANÉS / 2 JUNIO 2014 / Alrededor de 2.000 vecinos de Leganés, Móstoles, Fuenlabrada y Alcorcón participaron el pasado domingo en la iniciativa organizada por la ‘Plataforma salvemos Polvoranca’ para rodear la laguna de Mari Pascuala del parque de Polvoranca como medida de protesta por la previsible instalación de un sistema de cable-esquí en este entorno natural de la zona Sur madrileña.
Las expectativas de los promotores de la iniciativa no se cumplieron, ya que los dos millares de asistentes fueron insuficientes para rodear los tres kilómetros de perímetro del lago de Polvoranca, para lo que hubiese sido preciso unos 4.000 asistentes.
Aún así, los organizadores de este acto se han mostrado satisfechos con la respuesta de los vecinos de los cuatro municipios de la zona Sur, y han señalado que este respaldo certifica la oposición de la gente a un proyecto como el del cable-esquí.
Los vecinos estaban llamados a respaldar esta iniciativa, con la que los promotores no se oponen a una actividad deportiva o la creación de empleo –según una portavoz, Merche Neira-, sino a un proyecto que puede suponer una “agresión medioambiental” a la zona.
De hecho, los ecologistas ya han advertido de que estas torres supondrán un problema para las colonias de aves que anidan en Polvoranca, y también para la flora.
Además, advierten de que, en caso de confirmarse el proyecto del cable esquí en el Lago Polvoranca, lleva aparejado la construcción de 3.000 metros cuadrados para negocios hosteleros, el impacto sería aún mayor.
La Plataforma, al que se han ido sumando colectivos estos meses, quiere también aprovechar el tirón para pedir soluciones globales a las deficiencias del parque. Así, y tras recordar que la Comunidad de Madrid ha recortado a la mitad el presupuesto del parque, sus promotores creen que falta personal y que esto repercute en la vigilancia de este entorno natural y en el estado de ciertos enclaves naturales, como la rosaleda.