Mientras Silvia Uyarra se despidió de todos y regaló un discurso digno de analizar, los cuatro imputados del PSOE, con Castro a la cabeza, no asistieron a su propia dimisión. Las fotos que colgamos tras el artículo dan fe de la tensión de este pleno histórico.
GETAFE / 18 FEBRERO 2014 / Independientemente de lo que diga la justicia en el ‘Caso Aparcamientos’, cada uno se retrata en sus acciones. El pleno de hoy ha sido un claro ejemplo de ello. Serán culpables o no, serán inocentes o no, pero la verdad es que mientras hay personas que se enfrentan con la realidad y la miran a los ojos con la cabeza alta, otros no lo hacen y se esconden. La concejala de IU, Silvia Uyarra ha querido dar una explicación, a todos aquellos que la votaron y a los que no, sobre el por qué de su dimisión. Se va porque no le parece ético estar ocupando un cargo público cuando está imputada en un proceso que se antoja complicado. Ha dado las gracias, ha pedido perdón a quienes tenía que hacerlo y ha dejado los mensajes que tenía que dar. Han sido dos y muy claros: que ‘ni son todos los que están, ni están todos los que son’ y que hay por ahí un ‘cierra bares y abraza farolas’ al que nunca perdonará y que mucho tiene que ver con esta historia’. Sabemos quién es, el nombre que lo diga ella. Esta mujer se ha ido con un aplauso y un reconocimiento no sólo de los suyos, sino de los que no lo eran. Se ha ido rota, pero querida y si es verdad que vuelve, como ha dicho en su intervención, lo hará con toda la fuerza que le caracteriza.
Del resto de concejales del PSOE imputados no puedo decir lo mismo, porque no han ido. Se han escudado en que en Junta de Gobierno se decretó que ellos tenían que hablar primero, y les ha resultado ofensivo. Por eso han dejado sus sillas vacías, plantando a la gente que durante años y años ha confiando en ellos. No han querido decir ni una palabra a su favor, y la tenían. No han querido hacer uso de su defensa, han preferido no dar la cara ante una sala llena de gente y todas las que había por internet viendo el pleno. Han dejado a un lado a la prensa, a la que niegan declaraciones (excepto a un medio) y han preferido tirar por la borda muchos años de servicio al municipio antes que plantarse en el pleno y despedirse como su cargo les exigía. ‘Por sus actos les conocerás’, que dice el refrán.
Es curioso ver que apenas un par de personas han ido a apoyar al resto de concejales socialistas que sí han asistido y han tenido que tragarse ese sapo. Antaño, cuando gobernaba el PSOE, la sala de plenos era suya y su gente jaleaba y calentaba el ambiente. Hoy eran otros los que aplaudían y no a ellos precisamente.
Mientras, la bancada popular, ve como el PSOE de Getafe sufre un varapalo y se descompone, algo que tienen que tomar como ejemplo sobre lo que puede pasar si actúan de la misma manera. Que aprendan la imagen que da eso de no aparecer, no dar la cara, no dar explicaciones e irse por la puerta de atrás.
Los políticos se mienten más a sí mismos que a los propios ciudadanos. Creen que estas cosas no hacen mella, que no influye en la política. Cómo no va a afectar en la confianza de un vecino que ha votado legislatura tras legislatura a Pedro Castro, porque le votaban a él ante todo, este comportamiento tan cobarde. Afecta a la confianza y a la honestidad política desde la base, la local.
Este adiós de Pedro Castro de esta manera ha dejado con la piel de gallina a más de uno. Una despedida a la francesa que su pueblo no merecía. Personalmente a mí me deja un sabor muy amargo, porque antes pensaba que este final no lo merecía y ahora ya sólo me queda su silencio. Y quien calla, otorga.
SONIA BAÑOS
