Con el aumento de la ola de calor, y para intentar minimizar los riesgos asociados a las elevadas temperaturas, desde el Hospital Universitario de Móstoles han resumido en forma de decálogo algunos de los principales consejos prácticos. Este año especialmente se quiere reforzar la información relacionada con la necesidad que las personas mayores estén bien hidratadas.

Con la edad se pierde “el reflejo de la sed”, no apetece ni se siente necesidad de beber agua; de esta forma se favorece la deshidratación, y en consecuencia, la descompensación del estado general de salud y puede producir fallos en órganos importantes como los riñones o el corazón. Es necesario ingerir el agua suficiente para evitar esa deficiencia que puede detectarse con síntomas de hipoactividad, mareos, dificultad de movilidad, somnolencia, rechazo a comer, piel muy seca…

Según la jefe de Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Móstoles, Fátima Fernández, “para estar bien hidratados es importante que beban agua. Y además de agua, hay otras alternativas que pueden ayudar en la hidratación: frutas y verduras ricas en líquido. Dependiendo de la capacidad de masticar (pueden ser trozos, compotas, zumos, etc?) y de sus gustos para no provocar rechazo, la hidratación con agua se puede completar incluyendo en la dieta alimentos ricos en agua”.

Frutas como sandía, melón, piña nectarina, naranjas, peras, nectarinas, fresas, manzanas, entre otras, y en el caso de las verduras, y teniendo en cuenta la misma norma relativa al tamaño y texturas que se vayan a ingerir hay muchas opciones que pueden enriquecer la hidratación, como por ejemplo pepino, apio, acelgas, rábanos, tomates, calabacín y calabaza, berenjena puerros y espinacas.

Las cremas frías elaboradas con este tipo de verduras, (también el gazpacho tradicional) contribuyen evitar la deshidratación. El cambio de sabores y en medida de lo posible de las texturas y la forma de ofrecerlo ayuda a esquivar la inapetencia provocada a menudo por el calor y el cansancio que provoca.

No debemos olvidar que el alcohol no hidrata, y que hay que evitar las bebidas con cafeína o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación. Los zumos y las cremas frías deben ser preferiblemente naturales porque el exceso de azúcar o potasio puede no ser beneficioso para el paciente. Otra alternativa rica en agua es la gelatina, que también puede ser de diferentes sabores y que gracias a la facilidad de ingerirla es una opción más.

Para conservar un buen estado de salud de la persona anciana es importante también animarles para que realicen los movimientos o la actividad física que cada uno pueda, varias veces al día, durante unos minutos, adaptándose a sus posibilidades, y por supuesto debe ser a primera o última hora de día. Sencillos movimientos de brazos y piernas, incluso estando en la cama o sentados ayudan a tener una buena circulación de la sangre.

Admiramos la paciencia de los cuidadores que cada día buscan soluciones y alternativas que agraden al paciente y cuiden su salud. Muchas veces – explica la doctora Fátima Fernández- sorteando dificultades como problemas de deglución, falta de dientes, disfagia, inapetencia, etc…Somos conscientes de las dificultades que conlleva esta labor, de lo que supone para el cuidador y del esfuerzo que realizan para intentar mejorar además su estado cognitivo y anímico.”

Actividades para mayores
Actividades para mayores

DECALOGO- VERANO SALUDABLE

  1. La HIDRATACION. Beber agua y evitar el alcohol y bebidas con mucha azúcar y cafeína. En ancianos, enfermos y bebés especialmente. Dependiendo de la edad y la posibilidad ingerir se eligen las alternativas (incluida la jeringuillas con líquidos). Hay que tener en cuenta que determinados fármacos, como diuréticos y antihipertensivos pueden favorecer estados de deshidratación.
  2. La ALIMENTACION. Es fundamental no dejar las sobras de la comida fuera de la nevera. Muchas intoxicaciones veraniegas son por esta causa y pueden producir gastroenteritis poco o muy complicadas. Evitar comidas copiosas
  3. La CASA. No debe menospreciarse, protegernos del calor en casa. Ventilar bien a primera y última hora del día. Tener identificadas las zonas más frescas para pasar las horas de más calor. Convertirlas en áreas cómodas, sin muchos muebles con los que tropezarse. También se puede salir a centros o áreas refrigeradas para evitar soportar altas temperaturas
  4. La ROPA. Ropa de algodón y no ajustada, que permita la transpiración. Las gorras o sombreros para protegerse la cabeza ayudan en la protección. El calzado bien ajustado, sin apretar demasiado y transpirable. Las chanclas pueden provocar o facilitar caídas que produzcan lesiones
  5. La ACTIVIDAD FISICA. A primera y última hora del día, es lo más conveniente para todos. También para los jóvenes que quieren hacer deporte. Y para los mayores, siempre adaptado a cada caso, cuando no se puede salir de casa, se puede hacer fáciles ejercicios, incluso sentado: Abrir y cerrar las manos, subir y bajar los brazos a un lado, sentado subir y bajar piernas, etc…
  6. El SOL. Siempre con protección solar, evitando las horas centrales del día, especialmente los días de más calor porque no todos son iguales. Las quemaduras siguen siendo motivo de consultas en urgencias, no se puede bajar la guardia. Y de forma especial los niños.
  7. VEHÍCULOS. No dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas). Siempre pendiente de los más vulnerables. Acompañar a los más frágiles: bebés, niños y ancianos debilitados.
  8. Todavía hoy los AHOGAMIENTOS son la tercera causa de muerte por causas externas. Los más frágiles requieren un seguimiento continuo y los adultos deben tener un comportamiento responsable en piscina, pantanos, y en el mar para evitar ahogamientos, traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares.
  9. Las MEDICINAS deben estar siempre en LUGAR FRESCO; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
  10. OCIO. VERANO FELIZ, A ELECCION DE CADA PERSONA. El verano es largo se pueden fomentar las relaciones sociales y/o aprovechar para hacer actividades que nos ayudan a estar sentirnos más relajados y tranquilos. También se puede planificar actividades y juegos que faciliten las relaciones: la vuelta a los juegos de mesa, o los karaokes pueden ser buenas soluciones para facilitar las relaciones intergeneracionales. El verano también es un buen momento para cuidar nuestra salud mental.

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