Deberán responder a una indemnización conjunta de 11.300 € y a sendas multas de 1.800 € por lesiones
LEGANÉS / 6 OCTUBRE 2016 / La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto de los delitos de detención ilegal y atentado contra un Guardia Civil a dos Policías Locales de Leganés, Iván M. C y José Miguel S. R., pero les ha condenado a multas de 1.800 euros a cada uno por lesiones, así como a una indemnización conjunta a la víctima de 11.350 euros, por los hechos que acontecieron el 24 de septiembre de 2013.
La Sala ha declarado al Ayuntamiento de Leganés como responsable civil subsidiario.
Ante la sentencia se puede interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo, aunque el abogado del Guardia Civil ya ha informado de que no recurrirá.
La Fiscalía había pedido dos años y tres meses de prisión por los delitos de atentado, detención ilegal y lesiones, así como la inhabilitación por un período de diez años, mientras que la acusación particular solicitó dos años y seis meses de cárcel pero solo por un delito de lesiones.
Tras el juicio, la Audiencia ha descartado que se produjera una detención ilegal porque “los policías estaban interviniendo en el ámbito de sus competencias y entienden que un ciudadano -que no se identificó como Guardia civil-, impide de forma injustificada su actuación”.
Lesiones probadas
No obstante, da por probadas las lesiones del agente en base a los partes médicos que presentó.
El incidente se produjo cuando el Guardia Civil, armado y vestido de paisano mientras vigilaba el cuartel de la Benemérita, se acercó a los dos agentes policiales para pedirles información sobre la actuación que estaban llevando a cabo.
Estos, dada la urgencia de actuación e ignorantes de que se trataba de un guardia civil (si bien la víctima de las lesiones asegura que sí se identificó), no le dijeron nada.
Ambos policías se dirigieron al coche y el agente les volvió a pedir información, momento en que estos se bajaron del coche. Inmediatamente, uno de ellos le cogió del brazo y del hombro pero el guardia civil reaccionó colocando el brazo a la altura de su pecho. Fue entonces cuando el otro policía dijo: “Detenlo porque te ha agredido”.
El policía cumplió la orden y “sujetó por la espalda al guardia retorciéndole el brazo y tirándole al suelo, poniendo sus rodillas sobre la espalda para inmovilizarlo”.
