El Ayuntamiento de Getafe solo podrá limitar a 50 metros la distancia que debe separar estaciones de servicio y gasolineras a zonas residenciales, a requerimiento de los órganos urbanísticos de la Comunidad de Madrid.
El Gobierno local había establecido esta distancia en un mínimo de 100 metros, pero el Ejecutivo regional lo ha descartado y ha fijado esta distancia en 50 metros. Con ello, la Administración regional ha devuelto al Consistorio el expediente para la modificación sustancial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para su aprobación provisional en el Pleno, que hoy ha prosperado.
El Ayuntamiento había solicitado esa modificación a raíz de las movilizaciones ciudadanas por la implantación de sendas estaciones de servicio cerca de viviendas, en los barrios de Perales del Río y en el Sector 3. Para ello, recurrió a informes de expertos universitarios que cifraban en 100 metros la distancia mínima para garantizar la salud de los residentes en las inmediaciones, sobre todo, a raíz de las emisiones de benceno.
Ahora, con la modificación aprobada en Pleno tras la corrección de la distancia, el concejal de Urbanismo, Jorge Juan Rodríguez, ha avanzado que el documento se remitirá nuevamente a la Dirección de Urbanismo de la Comunidad de Madrid.
Demoras en el proyecto
Precisamente, el hecho de que la aprobación en Pleno esté demorando el proyecto por los requerimientos de la Comunidad ha sido objeto de crítica por parte de la alcaldesa, la socialista Sara Hernández. En este sentido, ha recordado que, como llevan tres años con la aprobación inicial, los informes de impacto medioambiental “caducan” y deben reelaborarse.
“De manera que no es entendible llevamos tres años con esta modificación -ha dicho en la sesión-. Es la tercera vez que traemos este punto al Pleno. Y el segundo informe medioambiental ha tardado más de 12 meses en elaborarse, un retraso -ha precisado- que no es entendible”.
La instalación de una gasolinera en el Sector 3 este año ha propiciado movilizaciones vecinales. Además, los residentes iniciaron una recogida de firmas en plataformas digitales no solo por el impacto en la salud, sino porque la afluencia de los coches propiciaría una reducción en la calidad de vida de la zona.
