Alrededor de 50.000 personas participaron este jueves en la tradicional bajada de la Virgen de los Ángeles en Getafe, desde la ermita del Cerro hasta la Catedral del municipio, en un trayecto de unos 5 kilómetros que se desarrolló sin incidencias y que es la antesala a la celebración de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de los Ángeles. El único incidente se produjo en la llegada a la catedral, cuando uno de los mayordomos que acompañan a la virgen se desvaneció y tuvo que ser trasladado.
Los datos, aportados por Policía local, certifican que la de este año ha sido una de las más numerosas en asistencia de gente en las calles de la localidad, en un evento que se ha suspendidos en los dos últimos años debido a la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus.

De esta manera, la Sagrada imagen partió sobre las 17:30 horas de la Ermita del Cerro de los Ángeles, donde reposa todo el año, y discurrió seguida de miles de fieles. En la rotonda de la factoría Airbus se sumaron más seguidores, que enfilaron la avenida de John Lennon para llegar a la Base Aérea. Allí, la alcaldesa, Sara Hernández, cedió el bastón de mando a la Virgen, que lo mantendrá mientras duren las fiestas, hasta el día 12 de junio, momento en que retornará al Cerro.
Este último tramo del recorrido y el que discurrió desde la avenida de Juan de la Cierva hasta la plaza de España estuvo especialmente concurrido, con familias enteras esperando el paso de la Virgen. Los asistentes rompían en aplausos al paso de la imagen.



Mientras, un amplío dispositivo de seguridad veló por que todo transcurriera con normalidad. A los efectivos de Policía local se sumo el medio centenar de agentes de Policía Nacional, que se desplegaron y escoltaron a la Virgen con varios vehículos, sobre todo, en el tramo urbano.
Los agentes contaron con el apoyo de las Unidades de Intervención Policial (UIP), mientras la Brigada Móvil controló las estaciones de Cercanías Getafe Central, Getafe Industrial y la estación de Metro Juan de la Cierva para garantizar la seguridad de las infraestructuras de transporte. En el trayecto, efectivos de la Guardia Civil controlaron el tráfico.

Una vez llegó la imagen a la Catedral, el obispo de la Diócesis, Ginés García Beltrán, destacó en su intervención lo emotivo que suponía retomar la celebración tras los dos años de parón. El obispo agradeció la asistencia de la alcaldesa a su primer acto público tras dar a luz a su hijo Jorge, quien fue bendecido por el obispo. Ahora, los getafenses esperarán hasta el día 3 para celebrar una nueva edición de sus esperadas fiestas patronales, esta vez sin resticciones.




