Así lo ha denunciado CC.OO. al finalizar muchos de los contratos el 31 de mayo

ALCALÁ DE HENARES/ 28 MAYO 2020/ Enfermeras que trabajan aún con personas enfermas de Covid-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Príncipe de Asturias (HUPA) de Alcalá de Henares, no saben si sus contratos se van a renovar, y alguno vence el 31 de mayo, teniendo que abandonar la habitación en la residencia de estudiantes privada CRUSA de Alcalá de Henares, en la que han estado alojadas a un precio reducido y que estaba pactado hasta finales de junio.

Así lo ha denunciado CC.OO., que pone como ejemplo el caso de Isabel, una enfermera de UCI sevillana que vive en Zaragoza. El 12 de marzo, se ofreció a venir a Madrid, ante las peticiones de la Comunidad para conseguir enfermeras que reforzaran las plantillas de los hospitales para luchar contra el coronavirus; y al día siguiente estaba trabajando en el Hospital Príncipe de Asturias, según el relato de la organización sindical.

El Hospital de Alcalá de Henares.

Según ha subrayado CC.OO., su contrato vence el domingo 31 de mayo y aún no sabe si lo renuevan, mientras sigue “agotada moral y físicamente” trabajando en la UCI con enfermos contagiados por el virus, añadiendo que “si finalmente alargan su contrato no sabe dónde podrá alojarse a un precio que no sea inalcanzable“.

Los mismo le ocurre a Patricia, enfermera de UCI llegada desde Granada el 23 de marzo, cuando “la gente se moría a chorros”. Acudió al llamamiento “porque la necesitaban” y “sabiendo que solo era un contrato de tres meses” y “con cláusula de rescisión”. Su contrato acaba el 30 de junio

Según CC.OO., “la residencia que les renueva el contrato mes a mes, les amenaza con echarlas si no se trasladan a una habitación compartida con seis personas más”, y ha lamentado “es lo único que les ofrecen para mantener, hasta el 30 de junio, su alojamiento por 100 euros mes”, mientras “ya no tienen la posibilidad de alojarse en los hoteles, ofertados en el pico de la pandemia”.

Asimismo, ha indicado que tampoco pueden alquilar una vivienda compartida porque los arrendadores les exigen “garantías y contratos de, al menos, un año”.

Otra de sus compañeras termina su contrato el 31 de mayo y ha optado por renunciar a la prorroga, si la hubiere, y por abandonar Madrid, ya que en el País Vasco le ofrecen un contrato con mejores condiciones económicas y más estable, que “va más allá del 31 de diciembre, que es, como mucho, lo que se ha comprometido la Comunidad de Madrid con los sindicatos a ampliar los contratos de refuerzo Covid”.

CC.OO. ha recordado que pidió contratos de tres años “no solo por dar estabilidad y evitar la temporalidad y precariedad laboral en las plantillas del SERMAS, si no porque el déficit de personal sanitario y no sanitario en la Comunidad de Madrid viene siendo una reclamación histórica del sindicato”.

Desde CC.OO aseguran que “con esta política de personal, los sucesivos gobiernos regionales, han contribuido a mermar la calidad de la atención sanitaria, a incrementar las listas de espera y a reducir capacidad de hospitalización por no tener personal para atender más camas, a pesar de la creciente demanda asistencial. Una situación que, sin duda, ha contribuido a empeorar la actuación durante la pandemia”

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