Las primeras hipótesis apuntan a que la mujer de 40 años que fue apuñalada este lunes en la localidad de Móstoles por su pareja, un hombre de 52 años, quería separarse de su agresor, e incluso habría iniciado los trámites para ello, por lo que la Policía Nacional está investigando el ataque como un nuevo caso de violencia de género.
La mujer se debate en estos momentos entre la vida y la muerte en el Hospital 12 de Octubre, después de ingresar «en estado crítico» tras perder mucha sangre por el cuello, donde fue apuñalada, antes de la llegada de los servicios de emergencias, que lograron recuperarla de la parada cardiorrespiratoria.
La investigación se centra ahora en conocer qué tipo de relación mantenían en la actualidad la víctima y su pareja, ya que algunos testimonios señalan que podrían estar en un proceso de separación, aunque el agresor no tenía antecedentes policiales ni había sido denunciado por malos tratos por la víctima.
Así lo afirma uno de los vecinos del inmueble donde han ocurrido los hechos, en la calle Centro de Móstoles, quien asegura que los padres de la víctima se habían mudado al mismo edificio desde el municipio de Cenicientos porque la pareja tenía «problemas matrimoniales» y querían ayudar a su hija con el cuidado del nieto, de 13 años, quien fue el primero en dar la voz de alarma tras presenciar la agresión.
El hijo, tras presenciar la agresión a su madre, salió corriendo al rellano en busca de sus abuelos. Según ha adelantado el diario ABC, al escuchar la llamada de socorro, un guardia civil vecino del bloque bajó apresurado las escaleras y se encontró con el presunto agresor, que llevaba en la mano un cuchillo ensangrentado.

Un guardia civil
Antes de la llegada de los agentes de Policía Nacional y tras ver a su vecino, guardia civil, el hombre se encerró en la vivienda. Este vecino se identificó en todo momento como guardia civil y le pidió que dejara el arma y se entregara, llegando incluso a efectuar un disparo disuasorio, sin éxito.
Tras ello, los primeros en llegar al lugar fueron los agentes de la Policía Municipal de Móstoles y de la Policía Nacional, pero el presunto agresor, de nacionalidad española, se negó a abrirles la puerta durante varios minutos.
Ante esta situación, los policías acabaron derribando la puerta del domicilio e irrumpiendo en su interior, donde el hombre se encontraba junto a la víctima, que había perdido una gran cantidad de sangre por una herida penetrante por arma blanca en el cuello.
Un psicólogo del SUMMA 112 atendió a la hermana y los padres de la víctima, vecinos de la localidad de Cenicientos que hace poco tiempo se mudaron al mismo edificio para estar cerca de su hija, conocedores de los problemas de pareja que arrastraba desde hacía meses y que le habrían llevado a tomar la decisión de separarse de su pareja. El hijo, de 13 años, quedó al cuidado de los abuelos maternos en todo momento.