Uno de los problemas a la hora de controlar las armas blancas entre las bandas juveniles violentas es la facilidad de acceso y las escasas restricciones a los machetes, consideradas herramientas. El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, quiere poner coto a esta situación.
Así, ha planteado este jueves que sea delito el porte de armas blancas tipo machete o bolomachete por la vía pública “ante la proliferación de la entidad criminal de elementos organizados en bandas juveniles que las portan”.
“Nuestra sociedad nos pide seguridad. La región es muy tranquila y tenemos que seguir trabajando para que lo siga siendo y que la delincuencia baje. Hay eventos con armas de fuego pero están muy controlados. Pero las armas blancas no, hay que controlar su porte, prohibir el porte de armas blancas, tipo machetes, su porte sea constitutivo de delito”, ha indicado.
El consejero esgrime que “es incompatible con el sentido común que alguien porte un arma de grandes dimensiones en una calle de Madrid porque manifiesta una peligrosidad que merece la pena llevarla a la represión del Código Penal. Asimismo, solicita que se aumente el control de esas armas peligrosas para impedir su proliferación.
Instrucción del Ministerio
El pasado mes de mayo, el Ministerio del Interior ordenó mediante un nuevo protocolo que se establezca más vigilancia sobre las armas blancas para combatir la criminalidad asociada a fenómenos como el de las bandas juveniles.
El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska anunció que el «Protocolo de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado respecto al control de las armas blancas y otros instrumentos peligrosos para la seguridad ciudadana» reforzará el control sobre este tipo de armas y prevenir su uso.
Así, se dictó mediante instrucción firmada por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, un protocolo que «unifica criterios para controlar la utilización de este tipo de armas en las vías, espacios o establecimientos públicos en todo el territorio nacional«.
Desde entonces, las actuaciones y aprehensión de las armas deben quedar perfectamente documentadas, tanto si se trata de la comisión de un delito como de una infracción de carácter administrativo.
