El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha hecho públicos los resultados del primer trimestre del año
Las víctimas de violencia de género en la Comunidad de Madrid aumentaron un 0,5% y las denuncias un 0,1% en el primer trimestre del año, lo que mantiene las consecuencias de la crisis sanitaria causada por el Covid-19.
Según las estadísticas que el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha hecho públicas hoy, entre el 1 de enero y el 31 de marzo se registraron en la Comunidad de Madrid 5.580 denuncias, un 0,1 por ciento más que hace un año y hubo 5.472 víctimas, lo que equivale a un aumento del 0,5 por ciento.
En cuanto a las órdenes de protección, se solicitaron ante los juzgados de violencia sobre la mujer y ante los juzgados de guardia de la región un total de 1.195, un 5,7 por ciento menos que hace un año.
Sin embargo han aumentado sensiblemente el número de sentencias dictadas por los distintos órganos judiciales (juzgados de violencia sobre la mujer, juzgados de lo penal y audiencias provinciales), que fueron 301, frente a las 241 dictadas en el primer trimestre de 2020.
La proporción de sentencias condenatorias experimentó un leve descenso, al situarse en el 71,4 % del total de dictadas, un 0,5 por ciento menos que en el periodo precedente de referencia.
Aumentan las denuncias
El porcentaje de denuncias presentadas directamente por las víctimas, bien en comisaría (4.187, el 75 % del total) bien en el juzgado (68, el 1,21%), ha aumentado con respecto al ejercicio anterior al pasar del 71,72 % al 76,21 % de todas las registradas. Es decir, siete de cada diez denuncias son de la propia víctima.
También han experimentado un ligero descenso las denuncias presentadas por los familiares de la víctima, si bien éstas siguen manteniéndose en un porcentaje muy bajo.
En el primer trimestre de 2020 apenas fueron el 1,66 por ciento del total. Este año, entre enero y marzo, representaron el uno por ciento: 56 denuncias se presentaron ante la policía y seis en el juzgado.
En el periodo analizado, el número total de víctimas fue de 5.472, un 0,5% más que en el mismo trimestre de 2020, en el que sumaron 5.445. De ellas, 3.049 (55,7 %) eran españolas y 2.423 (44,25 %), extranjeras. El total de víctimas menores tuteladas ascendió a seis, de las cuales el 33,3 % (dos) tenían nacionalidad española y el 66,6 % (cuatro), otras nacionalidades.
La tasa de víctimas de la violencia de género en toda España fue de 14,2 por cada 10.000 mujeres, prácticamente la misma que hace un año (14,4).
Por comunidades autónomas, la tasa más alta fue la de Murcia, con 19,7 víctimas por cada 10.000 mujeres. También por encima de la media nacional se situaron Baleares (18,5), Comunidad Valenciana (18,3), Canarias (18,2), Andalucía (16,1) y Madrid (15,6).
Los territorios con una ratio más baja que la media nacional fueron Cantabria y Castilla-La Mancha (12,7), Cataluña (11,9), Navarra (11,7), Asturias (11,6), País Vasco (10,6), La Rioja (10,4), Galicia (10,3), Extremadura (19,1), Aragón (10) y Castilla y León (9,6).

Bajada no real
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, ha condenado de forma enérgica y contundente los crímenes machistas, que han aumentado de forma muy preocupante tras el levantamiento del estado de alarma, el pasado 9 de mayo.
Desde ese día, han sido asesinados 10 mujeres y un menor; desde principios de año, la violencia machista se ha llevado por delante la vida de 21 personas, 18 mujeres y tres menores.
La presidenta del Observatorio ha destacado el caso de las dos niñas de Tenerife desaparecidas el 27 de abril, una de las cuales fue hallada muerta el pasado viernes.
«Se trata de la manifestación más cruel y despiadada de la violencia machista, que el maltratador ejerce sobre los hijos e hijas de las víctimas, en muchos casos también hijos suyos, para causar el mayor dolor que se puede infligir a una madre», ha señalado.
Por todo ello, Carmona alerta de que la disminución, entre enero y marzo de este año, del número de denuncias, de víctimas y de órdenes de protección no supone un descenso real de la violencia machista en nuestro país.