La recuperación de la normalidad en las aulas tras dos años de pandemia por la Covid-19, con el fin de medidas como la distancia de seguridad entre alumnos, conllevará previsiblemente también la reaparición de casos de pediculosis, los famosos piojos, tras la baja incidencia registrada desde la aparición del SARs-CoV-2.

“Ahora que las circunstancias sociales y sanitarias vuelven a ser las habituales de las de la época precovid, la pediculosis o infestación del cuero cabelludo y pelo por piojos va a volver a constituir un problema de salud de alta incidencia en las aulas y hogares españoles, ya que es de esperar que los niños y niñas tengan de nuevo un comportamiento de mayor contacto entre ellos”, ha señalado el doctor Julio Maset, médico de Cinfa.

Será precisamente ese “contacto directo cabeza con cabeza” la principal vía de contagio de los piojos. “De hecho, se trata de una de las afecciones más contagiosas, junto al resfriado, por lo que es lógico pensar que su propagación aumentará este curso”, ha explicado el galeno.

La pediculosis es una infestación de las partes del cuerpo con vello o pelo o de la ropa, con huevos o larvas de piojos (liendres) o piojos adultos. Según el IX Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis’, realizado en 2019 y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), la mitad de los niños y niñas madrileños de entre 3 y 12 años (52,3%) tuvo piojos alguna vez en los tres años anteriores a la pandemia de Covid-19.

piojos
Un adulto explora el cuero cabelludo de una niña (Foto: Archivo)

La incidencia de estos parásitos en los escolares de 6 o más años es también significativamente mayor, ya que, como revela la investigación, este problema lo ha padecido el 55,7% de los niños y niñas de 10 a 12 años y el 52,8% de los que tienen de 6 a 9 años, frente al 42,9% de los más pequeños (de 3 a 5 años).

No es peligroso

En cualquier caso, como aclara Ana Molinero, vicepresidenta primera de SEFAC, “aunque es muy molesto, el Pediculus Humanus Capitis o piojo humano de la cabeza no transmite enfermedades, por lo que no constituye un peligro para la salud”. De hecho, la pediculosis no siempre produce síntomas. Si los hay, el más frecuente es el picor y la necesidad de rascarse, lo que puede llegar a provocar lesiones en el cuero cabelludo de los niños”, ha explicado.

De hecho, siete de cada diez familias madrileñas (71,9%) detectan la pediculosis por el prurito (picor) que tienen sus hijos en la cabeza, aunque seis de cada diez (63,6%) ven los piojos en el cabello de sus hijos cuando les peinan, lavan o revisan la cabeza. Además, el 3,2% observa lesiones en el cuello o tras las orejas -las zonas óptimas para el desarrollo de estos parásitos- y el 2,8% se percata de que su hijo o hija no duerme bien, lo que puede ocurrir debido al picor.

Pese a no suponer un peligro para la salud, el estudio sí muestra que, más allá de los síntomas físicos, sí produce un impacto psicológico. Según concluye, uno de cada cuatro padres y madres de Madrid (24,9%) cree que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos y el 43,3% siente que les afecta a ellos directamente, lo que supone 18 puntos porcentuales más.

Una afectación emocional que se da más en madres, en los progenitores más jóvenes y en familias con niñas o hijos más pequeños. Según explica el doctor Julio Maset, “esto pone en evidencia la necesidad de normalizar la pediculosis en la sociedad como un problema más de salud, fácilmente atajable y en absoluto vinculado al pelo sucio, para ahorrar angustias innecesarias”.

Las preocupaciones

La mayor preocupación de los padres y madres españoles ante los piojos es el picor y las molestias que generan (35,2%), seguida de la posibilidad de que pueda contagiarse el resto de la familia (17,3%). Otras inquietudes son el riesgo de transmisión de enfermedades (16,9%) -pese a que los piojos no son transmisores de patologías-, el “jaleo” que implica el tratamiento (14,4%), la repulsa que generan los piojos (8,5%) y el estigma que el tener estos parásitos pueda suponer para sus hijas e hijos (7,6%).

“Como confirma la investigación, la desinformación y las falsas creencias acerca de la pediculosis siguen estando muy extendidas”, ha explicado Ana Molinero, que recuerda que uno de cada cuatro progenitores con niños en edad escolar (24,7%) sigue creyendo que los piojos están relacionados con una falta de higiene.

Esta creencia, ha indicado, “lleva a algunos padres y madres a temer que traten a sus hijos de diferente manera por tener piojos”.

Corresponsal de Noticias para Municipios, Europa Press en la zona Sur de Madrid

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