La pareja de Silvia Idalia, la joven de 34 años en coma inducido desde el pasado mayo tras someterse a una cirugía ha declarado como testigo ante el juez. Ha querido expresar que «la sociedad no piense que es la bella durmiente que va a despertar», sino que «está devorada por dentro y si se salva, habrá que hablar de amputaciones de extremidades y dedos» por las «sumamente graves» secuelas ocasionadas.
Daniel P. ha acudido esta mañana a los juzgados de Plaza de Castilla para testificar en el caso. El juez José Luis Escribano, al frente del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid, también tenía previsto escuchar el testimonio de una trabajadora de la clínica CEME, el centro estético investigado por supuestas lesiones imprudentes.
La testigo no ha comparecido, por lo que la acusación particular ha solicitado que sea convocada de nuevo para el próximo 21 de junio cuando está prevista la declaración del gerente de la clínica CEME.
Silvia, de 34 años, permanece en coma desde el pasado 6 de mayo en la UCI del Hospital de la Paz. Su familia llevó el caso a los tribunales por presunta negligencia médica en la operación que se practicó el pasado 29 de abril y en los cuidados en el postoperatorio.
Daniel ha hecho referencia al abandono por parte del centro estético, «una detección precoz de septicemia te puede salvar la vida y evitar el riesgo de muerte. Yo me he informado ahora pero eso lo deben saber los médicos. Cuando entró en La Paz es cuando se lo detectan».
«Ahí me dijeron se muere. Está devorada por dentro. Que la sociedad no piense que es como la bella durmiente que va a despertar. Tiene un 30% de su cuerpo en carne viva y si despierta, habrá secuelas sumamente graves. Esto no puede volver a suceder», ha pedido.
La abogada de la familia ha detallado que el caso está en los tribunales al denunciar que se produjo «una negligencia médica y una clarísima falta de atención médica» a la joven durante el postoperatorio. La letrada ha explicado que en la primera noche que estuvo ingresada los goteros por donde se dispensan los medicamentos no funcionaban, algo que contó la propia chica.
El juez está a la espera de que le lleguen los datos clínicos solicitados en un auto el pasado 3 de junio. En la resolución, reclamó a la clínica CEME que informara sobre el tratamiento que suministró a la chica los días previos a ingresar en el hospital.
De igual modo, solicitó al Hospital de La Paz que informe sobre el estado actual de la paciente, posibles causas del mismo y posible evolución. Y reclamó al SAMUR el informe de la asistencia prestada el 6 de mayo tras la llamada del médico de CEME desde el hospital donde pasaba consulta y su posterior traslado al Hospital La Paz.