OPINIÓN/ ALBERTO GASCO_ Instalar el caos en la política local. Esta será, de aquí a 2015, la estrategia a seguir por la oposición de Leganés: bloquear la gestión política –y por extensión municipal- para destruir al alcalde.
Las líneas están marcadas y establecidas de aquí a 2015. La consigna es: “cuanto peor, mejor”. Y en ello están trabajando PSOE y ULEG, en base a un acuerdo forjado hace varios meses y que ya les avancé aquí.
En todo este asunto Izquierda Unida es un mero convidado de piedra, por ello que Rubén Bejarano deberá jugar bien sus cartas.
Lo puedo decir alto y claro. PSOE y ULEG juegan a sumar 14 concejales en 2015. Ese es ahora mismo su objetivo. Y en el caso de que necesiten tirar de IU, ya veremos cómo les invitan.
Las cuentas pueden cuadrar o no, pero este binomio quizás no haya contado con que buena parte del PSOE local, de la Agrupación Socialista, ni ve ni aprueba este matrimonio de conveniencia.
Eso sí, la paz interna en el PSOE se respetará hasta finales del año próximo (cuando toque elegir candidato), salvo que el equipo de Rafa se meta en algún lio y pise algún cable… Y sí, es un aviso.
Con Unión por Leganés lo tengo claro. Carlos Delgado mantiene su hoja de ruta y siempre se acaba hablando de él. Sabe que rasca de todas partes y en este desgobierno municipal se defiende como gato panza arriba. Ni los rumores de discrepancias internas en su Grupo ni tan siquiera el hecho de que UPyD asome la patita le pone nervioso.
Y cierro con el promotor de todo este caos: un alcalde incapaz de negociar con nadie, ni siquiera con los suyos. Cada vez son menos sus apoyos dentro y fuera. Sólo le queda que con tanta crítica y twits a sus mayores acabemos por hacerle mártir entre unos y otros.