Un hombre de 47 años ha fallecido en la madrugada de este jueves tras recibir varios disparos durante una pelea multitudinaria entre dos clanes gitanos en una calle del madrileño distrito de Carabanchel, ha informado a Ep una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

Los hechos han ocurrido sobre las 1:40 horas de este jueves en el Camino Alto de San Isidro, en el barrio de Urgel, cuando se originó en unas viviendas una discusión entre dos clanes gitanos, que acabó con una treintena de personas enfrentadas y varias detonaciones.

El único herido, con al menos dos disparos en el abdomen, fue trasladado al Hospital 12 de Octubre por varios familiares en un coche particular marca BMW, que luego fue requisado por la Policía a efectos de investigación. Como consecuencia de las graves heridas, falleció sobre las 3 de la madrugada.

El Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid se he hecho cargo de la investigación del homicidio. Los agentes han estado esta mañana en la zona, donde se han entrevistado con testigos y han recogido un casquillo en el portal de la víctima, que se llama Lucas F.M. y que habría recibido al menos dos disparos en el abdomen.

Al parecer, los agresores son del bloque de al lado y la reyerta pudo deberse a una deuda o una agresión previa a una tercera persona, según señalan fuentes de la investigación.

Policía Nacional.
Policía Nacional.

Lucha contra el menudeo

Por otro lado, agentes de la Unidad Integral de Distrito Centro de la Policía Municipal de Madrid ha detenido a una joven que vendía pequeñas cantidades de hachís a otros jóvenes pero les daba menos cantidad de la que ofertaba, ha informado a una portavoz del Cuerpo Local.

La intervención tuvo lugar el 2 de mayo en la calle Barceló, frente a dos discotecas de esa zona y en el entorno de las fiestas del barrio, cuando varios agentes interceptaron a un grupo consumiendo alcohol y sustancias estupefacientes.

Por ello, fueron cacheados, encontrando a una chica de 18 años con un bote de popper y 8 dosis de hachís preparadas para su venta, que le fueron intervenidas. La adolescente confirmó que las vendía, pero engañando a los compradores: “Llevo dosis de 0,6 gramos pero les digo que son de 1, y les engaño como a tolis, haciéndome la juja. Y con eso tengo para fumar yo”. Por todo ello, fue detenida por un delito contra la salud pública.

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