Las actrices Ana Fernández y Ruth Gabriel, entre otras, protagonizan ‘La Casa de Bernarda Alba’, un clásico de Federico García Lorca que, como toda su obra, nace de un pasado muy cercano y va ofreciéndonos facetas diferentes al compás de los cambios de la sociedad.
La compañía de Miguel Narros pone en escena este clásico que, a día de hoy, hace pensar al público en techos de cristal, diferencias salariales e indefensión física ante la violencia, venga de donde venga. Bernarda ejerce el poder, la autoridad y teme que todo cambie haciéndola perder su entidad, teme no saber qué hacer con una auténtica esencia vital que la desequilibre y por eso mantiene a fuego las normas con las que la educaron.
Esto es lo que transmitirá la obra a los espectadores y que podrán verla en el Tomás y Valiente el próximo domingo a partir de las 19:00 horas, en el marco de la programación cultural de la localidad.
Público infantil
El público de menos edad disfrutará con ‘Los titiriteros de Binefar‘, que el sábado a las 18:00 horas, pondrán en escena en el Tomás y Valiente ‘No nos moverán’. Un espectáculo participativo de títeres y música con muñecos hechos a partir de objetos cotidianos: coladores, sartenes, cucharas y aperos que cobran vida.
También el sábado, pero esta vez dentro del programa ‘Hecho Aquí’, el escenario del Josep Carreras, acoge un espectáculo que ofrece un recorrido histórico por el flamenco y su danza en ‘El café cantante’.
Taller para mayores
Por otro lado, un grupo estable, integrado por 23 usuarios y usuarias de los Centros Municipales de Mayores de Fuenlabrada, participan en el programa cultural ‘El coloquio de la zambra. Elogio a la sabiduría de nuestros mayores’, que se imparte desde este mes en el Centro Coreográfico María Pagés.
“Se trata de un ciclo de talleres que se prolongará hasta el próximo mes de noviembre, en sesiones semanales, para construir la memoria de la ciudad: Fuenlabrada vista por quienes la construyeron”, explica la concejala de Mayores, Ana María Pérez, quien ha destacado la importancia de que el colectivo de mayores disponga de espacios para desarrollar su capacidad lúdica e implicarles en procesos creativos para disfrutar, en este caso, de la emoción de la danza y el teatro.
En estos talleres el colectivo de mayores participa como espectadores, talleristas, actores escénicos aficionados, “lo que les permitirá disfrutar de una emoción dancística y teatral que les incitará a procesar contenidos de convivencia y beneficiarse de modo grupal”, destaca la bailaora María Pagés.