La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, ha insistido en que no descartan la vía legal contra la modificación de la ordenanza de terrazas porque ven «muchos agujeros por los que las irregularidades pueden campar a sus anchas y eso no ofrece ninguna garantía».
La socialista ha explicado que están esperando al informe de los servicios jurídicos del grupo para decidir si acuden a los tribunales pero ya tienen «serias dudas» en cuestiones que afectan, por ejemplo, a la Ley de Seguridad Vial.
Con esta ley «no se dejan poner determinados elementos en la calzada ni en la acera pero se ponen terrazas». También ha indicado «que están comiendo parte del espacio no sólo a los peatones sino al comercio de proximidad«. Igualmente le genera «dudas razonables» que el acceso en determinadas zonas quede comprometido. «Si hay capacidad de ir a la vía judicial, iremos», ha afirmado.
Mar Espinar también ha comparado los datos de empleo que la vicealcaldesa, Begoña Villacís, dice que se salvan con esta ordenanza y que cifra en «miles», cuando la memoria económica que acompaña al texto normativo habla de «entre 37 y 83 en todo Madrid». «Las cifras no cuadran. Nosotros estamos a favor de mantener los puestos de empleo pero no a costa de todo lo demás.«

ZONAS SATURADAS
«¿Por qué no dicen antes que lo de Ponzano no es sostenible? Se hubiera quitado muchos problemas«, ha razonado. Eso le ha llevado a apuntar a la enmienda presentada por el Grupo Mixto, y aceptada por el Gobierno, «que no garantiza cosas como que Ponzano sea zona tensionada».
«Ahora con esa enmienda no está tan claro que Ponzano pueda ser zona tensionada. Es una ordenanza para dar margen al trilerismo político que quieran y por eso no es garantista«, ha declarado la portavoz del PSOE.
MESAS DE NEGOCIACIÓN
Para la edil socialista, en las mesas previas a la aprobación de la ordenanza «no hubo capacidad de hablar en profundidad». «No fuimos capaces de conocer el mapa de zonas tensionadas ni sus criterios, de tener los elementos básicos para poder negociar y mejorar porque nos faltaba información. Pero creo que ni el Gobierno la tenía«.
Mar Espinar ha insistido en que la ampliación de terrazas en aceras y plazas de aparcamiento «se tenía que haber suprimido el 31 de diciembre porque ese fue el compromiso del Gobierno con el acuerdo de todos los grupos al entender que en ese momento los aforos en bares estaban limitados y que la actividad que más seguridad daba era al aire libre».
Además, ha remarcado que «no se dejó hablar a la gente» y prueba de ello es que «ninguna petición» ciudadana ha sido incluida en el texto, «como dicen los vecinos».