La Policía Municipal de Madrid ha inmovilizado alrededor de 600 kilos de alimentos que se encontraban almacenados en un establecimiento público del distrito de Usera. Los productos alimenticios carecían de las etiquetas reglamentarias para su comercialización.
Fue durante el mediodía del pasado domingo, 5 de febrero, cuando los agentes realizaron una inspección en el local ubicado en la calle Nicolás Usera de la capital. Durante la operación, la Policía Municipal se encontró con 400 kilos de productos cárnicos y otros 200 de pescado y sepia, así como 1.780 productos de dulce y aperitivos.

La mayoría de los alimentos únicamente presentaban etiquetas elaboradas por el propio establecimiento, algo no permitido según la legislación vigente, las cuales carecían además de la información pertinente respecto a trazabilidad, razón social o registro sanitario.
Tras dar parte al departamento sanitario de la Junta Municipal de Usera, los miembros de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid procedieron a la inmovilización y precintado de los productos intervenidos.
Detectados 60 fármacos procedentes de Perú importados sin control
Por otro lado, el pasado 1 de febrero agentes de la Policía Municipal de Madrid intervinieron 60 fármacos procedentes de Perú durante un control de alcoholemia y seguridad rutinario en el distrito de Ciudad Lineal.

Las medicinas fueron halladas durante un control rutinario que los efectivos de la Unidad Integral del Distrito Ciudad Lineal llevaban a cabo en la calle Ricardo Ortiz. En ese momento fue cuando los efectivos policiales detectaron los medicamentos en el interior de varias maletas en un vehículo, que se encontraban repartidos en diferentes paquetes.
Los medicamentos, que requieren receta, carecían de etiquetado europeo y procedían de Perú. No tenían precinto ni documentación de importación, etiquetado europeo o control por la Agencia Española del Medicamento. Sus dueños no pudieron aportar factura de su compra ni del cumplimiento de las normas de custodia del frío.
En concreto, se trata de 50 cajas de Sildenafilo, empleado habitualmente en casos de disfunción eréctil, en dos formatos distintos, así como cuatro botes de amoxicilina y dos tabletas de Nastizol.