Los gritos e insultos coreados por residentes del colegio mayor Elías Ahúja el pasado mes de octubre contra sus vecinas despertó una ola de indignación entre la sociedad y aún se están viendo sus repercusiones.
A principios de octubre se hizo viral un vídeo en el que un numeroso grupo de estudiantes insultaba y vejaba desde la ventana del centro a sus vecinas del colegio mayor cercano en una acción sincronizada que comenzaba con unos gritos machistas.
«Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas. Sois todas unas ninfómanas. Os prometo que vais a follar todas», clamaba uno de los jóvenes del Elías Ahúja, al que se unían otros muchos con gritos dirigidos a las residentes del colegio mayor Santa Mónica.
El estudiante que lanzó las proclamas machistas ha declarado ahora ante el fiscal que los gritos eran «una broma» que se seguía «una tradición», negando que su intención fuera humillar a las chicas, según han informado fuentes próximas al caso.
El estudiante compareció ayer en el marco de las diligencias abiertas por la Fiscalía de Ciberodio a instancias de una denuncia de Movimiento contra la Intolerancia. El fiscal investiga la existencia de un posible delito de odio, un extremo al que se opuso el joven en la declaración que realizó ayer por videconferencia desde un juzgado de Palma. Por ahora, el asunto no está judicializado, según apuntan las mismas fuentes.
Consignas machistas
Las diligencias se abrieron en relación a los hechos que recoge un vídeo que se hizo viral el pasado octubre en el que residentes de este colegio mayor, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, amedrentan a sus vecinas profiriéndoles gritos como «ninfómanas», «putas» y «os vamos a follar».
Las imágenes mostraban un bloque de habitaciones lleno de ventanas y a un chico que gritaba consignas machistas y sexuales. Tras ello, se abren las ventanas y otros alumnos se unen a los gritos.
Tras denunciar los gritos, Movimiento contra la Intolerancia manifestó que los hechos tuvieron «una repercusión mediática y social de muy elevada amplitud, generando una incidencia que posibilita el desarrollo de un lenguaje y subcultura machista y misógina, que daña a la dignidad de todas las mujeres«.
Recalcaba que «la autoría podría ser perfectamente identificable», indicando que «la acción sincronizada, organizada que se proyecta, incluso con referencias a años anteriores como en algún medio se recoge, puede ser observada, de donde se deduce un nivel de manifestación colectiva y de organización que ha de ser tenida en consideración».
En consecuencia, Movimiento contra la Intolerancia interpretaba que la Fiscalía de delitos de odio debe de intervenir dado que el Código Penal sanciona en su artículo 510.2.