Llega del Real Murcia, pero se le recuerda por el gol de chilena que le valió al Leganés el ascenso a Segunda
FUENLABRADA / 18 JULIO 2016 / Carlos Álvarez, “Guaje”, aterriza en Madrid tras su paso por el Real Murcia rebosante, al igual que el proyecto al que ahora se suma, de ilusión, y así lo ha recogido su nuevo club, el Fuenlabrada, en su portal web. “Como si acabase de empezar, estoy deseando ponerme a trabajar. La cuestión es que adoro el fútbol, soy como un aficionado dentro del campo”. Precisamente le preguntamos por el valor de la grada, el empuje del aficionado, “crucial, pues la cantidad e igualdad de los equipos de Segunda División B convierten a la afición en el punto de desequilibrio en multitud de ocasiones, especialmente en casa. Si haces de tu estadio un fortín, puedes optar a algo grande”.
En términos estrictamente futbolísticos, estamos ante un “delantero con mucha movilidad, siempre viviendo la última línea defensiva. Gol y trabajo es mi filosofía”, afirma con humildad el ovetense. Los que le conocen van mucho más allá: destacan su constante búsqueda del desmarque, su proactividad y constancia dentro del área y uno de los delanteros con mejor y más aprovechado don de la oportunidad, amén de una llamativa definición. Si hay un rasgo que se repite en el discurso y que sorprende dada su posición avocada a la red y el gol es su incesante labor defensiva, que sostiene asegurando que “cuando te implicas así por el bien del grupo los compañeros responden muy agradecidos”.
Sobre las metas y aspiraciones, el flamante delantero echa mano de la prudencia y un elogiable estilo de vida, basado en “no mirar más allá del año, más bien me gusta marcarme pequeñas metas. El primer paso es llegar al inicio de temporada de la mejor manera posible, luego veremos en qué posición terminamos en Navidad y, si aún estás en la pelea, avanza el tiempo y sigues en la pelea… ahí ya podremos hablar de qué ocurrirá dentro de un año”.
Jugador, por tanto, de sobrada inteligencia dentro del área y experto en la categoría, donde ha disputado tres fases de ascenso, una de ellas la mencionada en la que fue máximo protagonista, regresando a la Segunda División –ya debutó con el Sporting B- esta vez en las filas del club madrileño. Sobre su llegada a Fuenlabrada, no ha podido ocultar la emoción de “reencontrarse con Velasco, jugador al que conozco muy bien. Me habló del proyecto, el club se mostró tan ilusionado conmigo como yo con ellos y aquí estoy”.
