ENTREVISTA /Antonio José Valle, coordinador del departamento de salud del Trival Valderas:
“Pocas escuelas pueden disponer de la estructura y el personal que tiene la del Trival Valderas a día de hoy”
ALCORCÓN / 8 AGOSTO 2014 / Antonio José Valle, conocido por todos como ‘Ñete’, tiene por delante un reto apasionante para el próximo curso. Desde hace meses prepara la próxima temporada en la que, además de ser el preparador físico del Juvenil A de Liga Nacional y entrenador del Infantil D, coordinará el departamento de salud y será el readaptador –recuperador de lesiones- del Trival Valderas de Alcorcón.
Este graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Politécnica de Madrid jugó en los juveniles y el segundo equipo del equipo de Valderas, a la par que compaginaba esta labor con la de entrenador de las categorías inferiores de la entidad. Tras una estancia por estudios en Lisboa, donde pasó por el mismo centro que en su día lo hiciera José Mourinho, la Facultade de Motricidade Humana, volvió a Madrid, donde retomó su labor en el equipo de La Canaleja.
Esta temporada, con el primer equipo en Segunda División B y la cantera cada vez más asentada, es la de más responsabilidad para un técnico que iniciará la preparación física con el juvenil el 11 de agosto.
P. ¿Cómo se afronta el trabajo de preparación física en cantera durante la pretemporada?
R. Como cualquier otro equipo dentro de un club, aquí lo que hacemos como escuela es un trabajo previo a la pretemporada, damos un plan de verano o lo que también se conoce como plan pre-pretemporada. A ello se le suma un plan nutricional para que los jugadores adquieran unos hábitos durante estas fechas e intentar que no vengan pasados de peso durante las vacaciones. Después, en lo que es la planificación en pretemporada hay diferencias atendiendo a las categorías. En mi caso, con el Juvenil comenzamos un mes antes que con el Infantil y tenemos entrenamientos con dobles sesiones, cosa que con el infantil no se hará. Luego el trabajo y el objetivo que se intenta buscar en este periodo en ambos casos es similar, buscando siempre que los jugadores lleguen en condiciones óptimas para el inicio liguero y vayan habituándose a la forma de trabajo tanto del preparador físico como del resto del cuerpo técnico. El planteamiento la dificultad e intensidad con la que entrenen es lo que diferenciará la categoría.
P. ¿Es esa intensidad la principal diferencia entre el primer juvenil y el resto de categorías?
R. En mi opinión es principalmente en el nivel de competitividad. Dentro de la escuela es la máxima categoría y de los tres juveniles que hay en el club es el que está en mayor categoría, también otra diferencia significativa unida a la anterior es las salidas que el club da a los jugadores de esta etapa, tanto con el filial como con el primer equipo. Ambas cosas van unidas, ya que la categoría hace que haya competitividad y luego dentro del equipo siga habiéndola para seguir creciendo dentro del club.
P. ¿La labor del preparador físico se desarrolla principalmente en pretemporada?
R. La preparación física siempre está presente durante toda la temporada. Es cierto que la gente tiende a entender que nuestra labor como preparador físico solo está presente durante la pretemporada, pero poco a poco va cambiando esa perspectiva. La gente que entiende y sabe de fútbol sabe que un preparador físico es fundamental no solo para poner a punto a los jugadores, sino también para ese trabajo previo, mantenerlo durante la temporada, de manera que a cada partido el jugador pueda dar el 100%. Aparte de esto, el trabajo en prevención de lesiones que se realiza es muy importante, así como el manejar los tiempos de entrenamientos y en ejercicios para que todo sea lo más real y transferible a las acciones físicas que puedan darse durante un partido.
P. ¿Se ha profesionalizado el trabajo en el fútbol base en los últimos años?
R. Tanto como a profesionalizarse no, pero sí es verdad que en los últimos años se ha querido cambiar o renovar la imagen que se tienen de las escuelas de fútbol. En el Trival poco a poco la estructura de la escuela va tomando forma y en mi caso mi labor es la de coordinar el departamento de salud, que no solo engloba a los preparadores físicos de la escuela sino a fisioterapeutas, podólogos, nutricionistas y para esta próxima temporada se incorporará la figura del readaptador o también conocido recuperador de lesiones, alrededor de un total de 20 personas aproximadamente. Yo creo que pocas escuelas pueden disponer de la estructura y el personal que tiene el club a día de hoy. Además de esto también las facilidades que encuentran los chicos de la escuela son muchas. Hay que destacar la cantidad de torneos al año que se les ofrece, los diferentes equipos y categorías, lo que hace que puedan estar chicos del mismo nivel compitiendo y así progresar. El Trival está consiguiendo muchas cosas y temporada a temporada está mejorándolas, pero siempre sobre una base para que todo lo anterior no se eche por tierra y vistos los resultados que se están obteniendo este es el camino a seguir.
P. ¿El tirón del ascenso del primer equipo hace que más chicos quieran jugar en la escuela?
R. La gente quiere venir por el ejemplo que da el primer equipo y también por la estructura y forma de trabajar de la escuela. En el club se abre el periodo de pruebas en las últimas semanas de junio cuando las categorías acaban sus respectivas ligas, ahí empezamos a confeccionar los equipos de la siguiente temporada y junto a los chicos de la escuela se incorporan los chavales que quieren formar parte del Trival. Hemos notado como temporada a temporada son cada vez más los chicos que se acercan. Donde sí es probable que se acerque algún jugador en septiembre a probar sea en juveniles, debido a la cercanía con el primer y segundo equipo. Pero es cierto que cada vez vienen más jóvenes, y un ejemplo de la cantidad de niños que vienen a probar es la solución que ha tomado el club, firmando un acuerdo de filialidad con el Club de Fútbol Cañada, también del municipio de Alcorcón, con el objetivo de ofrecer una salida a los jugadores de la escuela o de pruebas que no puedan seguir jugando con nosotros y puedan hacerlo en este club con misma la metodología que lleva a cabo el Trival.
P. ¿Y ese espejo del primer equipo es positivo para los que llegan por detrás?
R. Un ascenso es positivo desde el presidente hasta el último socio del club, hace que para todos sea una alegría y a su vez nos exige seguir mejorando y no acomodarnos. El trabajo cuando se hace bien es para conseguir este tipo de resultados y el ascenso reafirma que este es el camino a seguir. Por ello, el primer equipo es un ejemplo claro y los jugadores de la escuela han visto en ellos lo que puede conseguirse con compromiso y trabajo. El ascenso a Segunda B nos sirve de ejemplo tanto a jugadores como a entrenadores y no solo para el ámbito del fútbol, sino también para la vida porque hay que luchar por lo que uno quiere y para conseguirlo hay que trabajar y no rendirse.
Corresponsal / Aitor Fernandez