La Línea 7 de Metro de Madrid, que conecta Pitis con Hospital del Henares, en Coslada, estará abierta en su totalidad desde las 06.00 horas de este sábado, después de más de tres años de servicio interrumpido y 117,19 millones de inversión en obras de reparación de la infraestructura.
Así, se ha recuperado la circulación en el tramo entre Barrio del Puerto y Hospital del Henares -estaciones de Barrio del Puerto, Coslada Central, La Rambla, San Fernando, Jarama, Henares y Hospital del Henares- para dar servicio a unos 120.000 usuarios diarios.
A lo largo de estos más de tres años, la Comunidad de Madrid ha invertido un total de 171,2 millones de euros en actuaciones de recuperación de la zona, 117,19 de ellos gastados en la rehabilitación integral de la línea, incluyendo el servicio de mantenimiento, conservación y supervisión.

Mientras, el alcalde de Coslada, Ángel Viveros, ha aplaudido la reapertura de la línea pero ha lamentado que la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid no realizase una visita previa con él y su homónimo de San Fernando de Henares, Javier Corpa, como se había comprometido. A juicio del regidor, es una «deslealtad más».
Nueve cierres en la línea
La 7B de Metro o MetroEste ha sufrido nueve cierres desde su inauguración en 2007, con afectaciones que suman más de cinco años y medio de duración en estos 18 años. El último de ellos, entre Barrio del Puerto y Hospital del Henares, se ha prolongado durante 1.186 días.
Las actuaciones se han llevado a cabo en varias fases. En una primera, se ha procedido a la estabilización y consolidación del terreno desde la superficie hasta una profundidad de entre 35 y 45 metros, actuando sobre una extensión de 20.600 metros cuadrados en el término municipal de San Fernando de Henares en los que se han inyectado unas 11.200 toneladas de mortero.
La mitad del terreno corresponde a viales y la otra mitad, unos 11.000, al antiguo complejo dotacional de ‘El Pilar’, que se convertirá en un parque urbano.
Segunda fase
En una segunda fase, se ha acometido la impermeabilización, reparación y estabilización del túnel, de 5,5 kilómetros, la mitad en el término municipal de Coslada (2.700 metros) y la otra mitad en el de San Fernando (2.875 metros).

Se trata de un túnel de 5.575 metros de longitud que fue construido con tuneladora, con 3.716 anillos de 1,5 metros de anchura que se dividen en siete piezas, llamadas dovelas. 26.000 perforaciones se han realizado en los 120 cantones de 30 anillos. En la mayor parte, a una profundidad de 1-2 centímetros, aunque en la zona más afectada, que coincide con el pozo de bombeo situado en el punto kilométrico 2+980, principal foco de las filtraciones, han alcanzado los 25 y 30 metros de profundidad.
Trabajos de impermeabilización
En los trabajos de impermeabilización y consolidación, iniciados en junio de 2024 con un presupuesto de más de 38,4 millones de euros, se han inyectado 1.279 toneladas de mortero a profundidades de 45 metros para consolidar el túnel.
Se calcula que se han inyectado en esta zona 13.000 toneladas, que es el equivalente aproximadamente a cinco piscinas olímpicas.

Monitorización constante
La inversión de 171,2 millones de euros para la rehabilitación integral de la línea también incluye el servicio de mantenimiento, conservación y supervisión geotécnica que continuará vigente una vez reabra la 7B para garantizar la seguridad en la infraestructura.
Gracias a esta monitorización permanente, desde febrero de 2023 no se han registrado movimientos en el suelo. Asimismo, hasta cinco informes acreditan las condiciones óptimas del trazado, que el suelo presenta una resistencia superior a la estimada inicialmente y que el hormigón de la plataforma y la contra bóveda ofrece un excelente estado de conservación.
La Comunidad de Madrid ha previsto seguir realizando labores de vigilancia y monitorización diaria tanto de la vía como del terreno y las edificaciones.

En concreto, se han dispuesto en la zona afectada 511 elementos y cinco estaciones robotizadas ETR que toman datos cada 15 minutos que se registran en una base de datos para una oscultación constante sobre el estado actual.
Una vigilancia, una computación y una estabilización, no solamente de la vía, sino también del terreno y de la edificación, gracias a dos contratos por un importe total de 8,2 millones de euros, según ha explicado el director general de Infraestructuras de Transporte Colectivo de la Comunidad, Miguel Núñez.
