Los vecinos piden un aumento de la seguridad en la calle que la Universidad quiere cerrar al tránsito
Ante la suciedad y altercados los fines de semana por los continuos ‘botellones’ en el campus
LEGANÉS / 29 ABRIL 2014 / La Federación Local de Asociaciones de Vecinos de Leganés ha exigido al Gobierno local que garantice la “seguridad” y “limpieza” en el entorno de la calle Butarque, que la Universidad Carlos III quiere cerrar al tránsito durante las noches debido a los problemas de altercados y suciedad que se produce por la práctica del ‘botellón’.
“Exigimos al Gobierno municipal y al pleno del Ayuntamiento que adopten las medidas oportunas para garantizar el mismo tratamiento a esta calle que al resto de las de Leganés, en lo que a vigilancia y limpieza se refiere”, ha apuntado este colectivo vecinal.
Sus responsables han mantenido una reunión con sus homónimos del campus de Leganés de la Universidad, una convocatoria en la que los vecinos reclamaron el cumplimiento del convenio firmado entre la Universidad y el Gobierno municipal el 22 de abril de 1994.
Esta cláusula exponía la integración de la calle Butarque en el campus bajo la exigencia de que la Universidad garantizase “todos los días del año el paso peatonal entre la calle Butarque y la Avenida de la Universidad durante las 24 horas para permitir a los vecinos de la zona una comunicación más sencilla”.
En cuanto a la responsabilidad del Ayuntamiento, el acuerdo fijaba que éste colaboraría “en la vigilancia nocturna a través de la concejalía de Seguridad Ciudadana”.
Los vecinos han asegurado que entienden las “razones expuestas por la dirección de la Universidad relativas a la suciedad del entorno de la calle”, sobre todo –han añadido– “los fines de semana, en los que se vienen celebrando ‘botellones’ que dejan la zona llena de basura, que en nada favorece al conjunto de la ciudadanía que por allí transita, ni a la imagen de la propia universidad”.
La alarma saltó cuando, hace unos meses, la Universidad colgó un cartel informativo advirtiendo que la calle sería cerrada al paso peatonal durante la noche, algo que, según los vecinos, vulnera lo establecido en el convenio.
La Universidad recurrió a motivos de seguridad para justificar esta medida, ya que, según manifestó, durante los ‘botellones’ el campus registra “pintadas, orines, suciedad y destrozo de papeleras”, así como “situaciones de inseguridad ciudadana, como peleas, y delitos contra la salud pública, como el presunto consumo de droga”.
Además, se llegaron a robar una bandera de España y otra con el emblema de la Carlos III que se encontraban en mástiles de diez metros de altura.
El asunto derivó al Pleno, donde los cuatro Grupos instaron a la entidad educativa a no cerrar el paso, aunque los responsables locales informaron de que los técnicos de Patrimonio, Obras y Archivo no localizaban el documento por el que Consistorio y Universidad formalizaron las “cesiones pertinentes” para que la nueva calle surgida tras la construcción del campus fuese “de titularidad pública”.
Los vecinos han asegurado que entienden las “razones expuestas por la dirección de la Universidad relativas a la suciedad del entorno de la calle”, sobre todo -han añadido- “los fines de semana, en los que se vienen celebrando ‘botellones’ que dejan la zona llena de basura, que en nada favorece al conjunto de la ciudadanía que por allí transita, ni a la imagen de la propia universidad”.