La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) han eliminado la recomendación del uso obligatorio en aeropuertos y a bordo de un vuelo, al tiempo que han señalado que la mascarilla es una de las mejores protecciones contra la transmisión de COVID-19.

Así lo han estipulado tras la actualización este miércoles que han realizado en torno a las medidas de seguridad sanitaria para los viajes aéreos.

La actualización del Protocolo conjunto de Seguridad Sanitaria en la Aviación tiene en cuenta la situación actual en relación a la pandemia, en particular los niveles de vacunación y de inmunidad adquirida de forma natural, señalaron las organizaciones en un comunicado.

Además de los cambios con respecto a las mascarillas, ya que las recomendaciones incluyen una relajación de las medidas más estrictas sobre las operaciones aéreas, lo que ayudará a aliviar la carga de la industria mientras se mantienen las medidas apropiadas, según EASA/ECDC.

«A partir de la semana que viene, las mascarillas ya no tendrán que ser obligatorias en los viajes aéreos en todos los casos, en línea con la modificación de requisitos para el transporte público de las autoridades nacionales en toda Europa; Sin embargo, los pasajeros deben comportarse de manera responsable y respetar las elecciones de los demás a su alrededor. Y un pasajero que está tosiendo y estornudando debería considerar seriamente usar una máscara facial, para tranquilidad de los que están sentados cerca», declaró el director ejecutivo de EASA, Patrick Ky.

16 de mayo, fecha clave

Las nuevas recomendaciones sobre el uso de mascarillas entrarán en vigencia a partir del 16 de mayo de 2022. Sin embargo, las reglas para las mascarillas en particular seguirán variando según la aerolínea más allá de esa fecha. Por ejemplo, los vuelos hacia o desde un destino donde todavía se requiere el uso de mascarillas en el transporte público deben seguir fomentando el uso de mascarillas, según las recomendaciones.

Los pasajeros vulnerables deben seguir usándola independientemente de las reglas, idealmente una tipo FFP2/N95/KN95 que ofrezca un mayor nivel de protección que una máscara quirúrgica estándar.

También instan a los pasajeros a observar las medidas de distanciamiento en áreas interiores, incluso en el aeropuerto, siempre que sea posible. Pero los operadores aeroportuarios deberían adoptar un enfoque pragmático a este respecto: por ejemplo, deberían evitar imponer requisitos de distanciamiento si es muy probable que conduzcan a un cuello de botella en otro lugar en el viaje del pasajero, especialmente si no se exigen a nivel nacional o regional en otros países.

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