El TSJM cree que hubo “una demora en el diagnóstico que supone una pérdida de oportunidad”
MÓSTOLES / 22 MARZO 2021 / La Sección Décima del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha reconocido el derecho a recibir una indemnización de 140.000 euros por parte del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) al viudo y al hijo de una mujer de 35 años que falleció por un cáncer, por “una demora en el diagnóstico que supone una pérdida de oportunidad”.
La sentencia estima parcialmente el recurso contencioso-administrativo, tramitado por la abogada Julia García Domínguez, de los Servicios Jurídicos de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’, contra la desestimación de la reclamación de responsabilidad patrimonial formulada contra el SERMAS por los daños y perjuicios derivados de la asistencia sanitaria en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y en el Centro de Especialidades Coronel de Palma de Móstoles.
Se trata de una paciente joven que cursaba con dolor de espalda en fecha 6 de agosto de 2014, siendo derivada a su Centro de Especialidades donde no le encontraron patología alguna hasta en tres ocasiones. En fecha 3 de diciembre del mismo año acudió por el Servicio de Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos, donde le realizaron una nueva radiografía que tampoco evidenció alteraciones significativas, siendo dada de alta con antiinflamatorios y relajantes musculares.
Sesiones de fisioterapia
Tras la prescripción de 15 sesiones de fisioterapia le solicitaron una resonancia magnética para el mes de marzo de 2015. No pudiendo soportar los dolores acudió nuevamente por urgencias en fecha 2 y 9 de marzo de 2015 manifestando a los facultativos que el dolor de espalda llevaba un año de evolución volviendo a realizar una simple radiografía y volviendo a prescribirle antiinflamatorios. En todo momento la paciente fue diagnosticada de lumbalgia.
Finalmente, el día 12 de marzo volvió por urgencias al centro hospitalario, pero, esta vez, al Hospital Universitario Fundación Alcorcón, donde le realizaron una analítica y un TAC, los cuales confirmaron que padecía un carcinoma de origen biliar o pancreático el cual ya se había extendido al hígado, a los ganglios linfáticos y a las vértebras dorsales, así como a la articulación de la cadera derecha. La paciente falleció el día 7 de enero de 2016.
