Los obreros investigados por el incendio originado el 6 de octubre pasado en la calle Oslo de Alcorcón, que acabó con el fallecimiento de dos menores, de 5 años y de 9 meses, han admitido que la obra no contaba con «suficientes medidas de prevención antiincendios» y que «no tenían extintores».
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcorcón, Agustín Carretero, ha tomado declaración este viernes a cuatro obreros y al coordinador de seguridad de la obra, como «investigados», y al jefe del Servicio de Bomberos y Protección Civil de Alcorcón, como «testigo», para esclarecer los hechos.
Fuentes judiciales han señalado a Noticias para Municipios que, de las primeras declaraciones de los cinco investigados, se desprende que las obras que se estaban llevando a cabo en el bajo donde se inició el incendio, en la calle Oslo 45, «no tenían suficientes medidas de prevención antiincendios».
Por este motivo, los cinco obreros se mantienen como investigados por «la supuesta comisión de un delito de imprudencia grave con resultado de muerte», aunque la calificación del delito podría modificarse en función de las diligencias que se vayan practicando, según añaden fuentes judiciales.
Aunque la acusación particular de la familia de los menores fallecidos ha solicitado prisión provisional para los cinco investigados, la Fiscalía no se ha sumado a dicha petición, por lo que el juez ha establecido como «única medida cautelar que se personen en los juzgados una vez al mes».
El juez ya tomó declaración el 9 de noviembre pasado a los padres de los dos menores fallecidos por inhalación de humo -un bebé de nueve meses y su hermano de cinco años-, después de que se les ofreciera personarse en la causa que investiga el fallecimiento de los menores.
Las primeras investigaciones apuntan a que el incendio se inició a causa de las chispas de una radial que manipulaban los operarios, según dijo el jefe de los bomberos del municipio, Raúl Esteban, quien descartó que las llamas hubieran tenido su origen en una explosión por escape de gas ocurrida al perforar una tubería.
¿Cómo se extendió el humo?
El fuego generó una gran cantidad de humo negro y denso, que se expandió rápidamente por las viviendas y las zonas comunes de los edificios anexos, lo que obligó a desalojar a decenas de familias de tres portales de viviendas, muchas de las cuales aún no han podido regresar a sus casas.
En uno de los informes realizado por los Bomberos, al que ha tenido acceso Noticias para Municipios, se expone que «sorprende la velocidad con la que el humo producto del incendio de un local, ha invadido partes del edificio muy alejadas del origen», algo a lo que se intentan agarrar ahora las defensas.
Debido a esa velocidad con la que se extendió el humo, una mujer de 30 años y sus dos hijos, de cinco años y nueve meses, que vivían encima del establecimiento, en la tercera planta, no lograron escapar del edificio y sufrieron intoxicaciones severas por inhalación de humo, entrando en parada cardiorrespiratoria.
Los sanitarios del Summa 112 lograron revertirla en el caso de la madre y su hijo más pequeño, pero no en el del mayor, que falleció esa misma tarde.
Sin embargo, días después, el bebé de 9 meses también fallecía en el Hospital de la Paz, mientras que la madre, que fue trasladada grave a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario de Getafe, logró salvar finalmente su vida.