Unidas Podemos ha acusado este martes a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de “alimentar la cultura de la violación” con sus discursos, mientras que Más Madrid le ha afeado que señale a las que “se niegan a tener más obstáculos que los hombres”.
Tanto la portavoz adjunta de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, como la portavoz de Más Madrid, Mónica García, han hecho alusión en rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces de las palabras de la presidenta cuando dijo que “se está frivolizando con el tema del aborto”. Además, aunque aseguró que “jamás criminalizaría a nadie por hacerlo”, indicó que se está creando un debate “de personas malcriadas”.
“Ayuso carga contra las mujeres llamándolas malcridadas por el mero hecho de querer llegar vivas y seguras a sus casas. No nos merecemos a una presidenta que con sus discursos contribuya a alimentar la cultura de la violación. Que con sus discursos está llamando malcriadas a mujeres como Diana Quer, Esther López, a Laura Luelmo, a Laura del Hoyo o a Marta del Castillo”, ha lamentado, al tiempo que ha pedido a Ayuso que pida perdón a todas estas mujeres y sus familiares.
Para García, Ayuso considera a las mujeres “malcriadas” si se van a “quedar embarazadas, a las que se niegan a que las toquen en el Metro, a las que quieren llegar vivas a casa”.
“No se dejan pisar”
“Afortunadamente, Madrid, España y nuestra historia está plagada de malcriadas que se niegan a tener más obstáculos que los hombres -ha precisado-. No se dejan pisar ni humillar públicamente y ya quisiera ella tener la mitad de la valentía y el poderío de las que ha llamado malcriadas”, ha lanzado la líder de la oposición.
Las palabras de Ayuso, durante su primer intervención como presidenta del PP madrileño, tuvieron reacciones encontradas. Así, la ministra de Igualdad, Irene Montero, cargó durante contra la presidenta regional.
“Ayuso -esgrimió- ha dicho que las feministas somos unas malcriadas porque queremos volver de noche a casa sin que nos violen, porque queremos decidir cuándo y cómo y con quién somos madres, porque queremos tener relaciones basadas en el consentimiento”.
“Pero malcriada -espetó a continuación- es la que está para tomar una caña después de trabajar pero no cuando hay que llevar al niño al centro de salud y hay lista de espera de un mes, o la que no está nunca cuando se la necesita para proteger la educación pública y la sanidad, o quien utiliza el dinero público para regalárselo a su familia”, ha añadido.
