A medida que evolucionamos como individuos, los días, las semanas, los meses y los años van colmándose de actividades capaces de hacer realidad esas metas que queremos concretar. Si eres estudiante o una persona profesional avocada a su labor, seguramente alguna vez has llegado al punto de sentir que la jornada se queda corta para todo lo que tienes que hacer. Si este es el caso, no te preocupes, no estás solo o sola en esto; en este artículo te mostramos algunas de las estrategias de gestión de tiempo y de productividad más eficaces para hacerle frente a un itinerario tan ambicioso como tus sueños.

¿Quieres sentir que tu día rinde mucho más?

Cualquier estudiante universitario en la ronda de entregas finales sabe muy bien que, a veces, el día parece tener menos de 24 horas; la mala noticia es que esta sensación trasciende la vida estudiantil. De hecho, siendo profesional, esto podría incluso empeorar a causa del desorden que el constante flujo de quehaceres típicos de la jornada laboral. Para resolver esta insuficiencia de tiempo, siempre es útil leer algunos ensayos sobre la vida cotidiana, donde podrás encontrar que las buenas estrategias de gestión de tiempo son la medicina perfecta para aliviar estos males. Sigue leyendo, porque a continuación, te mostramos algunas de las más efectivas para mejorar tu rendimiento diario.

El método Pomodoro

Esta es una de las estrategias más populares porque propone trabajar con intervalos de descansos, lo cual fomenta la motivación y reduce considerablemente el estrés. ¿A qué suena bien? Pues si, el método Pomodoro funciona con sesiones de trabajo de 25 minutos que intercalan con recesos de cinco minutos. Luego de cuatro vueltas haciendo estas rondas, puedes tomar un descanso largo de hasta 30 minutos, para posteriormente reiniciar el cronómetro. Esta estrategia es refrescante e ideal para estudiantes y recomienda que en cada descanso se haga alguna actividad física, talvez algunos estiramientos o incluso unos minutos de meditación.

Timeboxing

Esta estrategia se centra en los objetivos y es más efectiva si conoces cuánto tiempo te lleva hacer una tarea en específico. Como su nombre lo dice, ubica cada actividad en timeboxes o cajas de tiempo, lo cual resulta muy útil para desglosar las tareas grandes en varias más pequeñas. Por ejemplo, supongamos que debes escribir un ensayo ejemplar para la universidad o que tienes pendiente un informe para el trabajo, usando esta técnica de gestión de tiempo separarías esta misión en varias partes: 

La primera sería el bosquejo del ensayo o la estructura del informe. Para lograrlo puedes dedicar un espacio de dos horas. Al tener esto listo puedes tomar un breve descanso y mientras lo haces, puedes asignarle tres horas al siguiente paso, el cual sería escribir un primer borrador. Al finalizarlo ganas otro receso y así tu mente se mantendrá fresca y mucho más productiva.

No lo dejes para mañana

Esta estrategia se centra en realizar primero las tareas más complejas antes de las más sencillas, de esta manera garantizas la ejecución del trabajo más importante siempre. Una de las ventajas más atractivas de este método es que si haces las actividades más duras antes que las demás, al finalizarlas puedes pasar a hacer alguna más sencilla, lo cual te brinda, no solo un día productivo, sino que también lo habrías diversificado. Eso sí, para que te funcione, debes tener claras las prioridades. Si este último paso se te hace complicado, la siguiente estrategia te resultará de gran ayuda…

Getting Things Done o GTD

Aquí lo primero que se debe hacer es escribir todo lo que tienes por hacer en el día, la semana o el mes. Al ver todo el trabajo escrito en un mismo lugar, podrás comenzar a decantar y a crear un orden de prioridades. Suele suceder que al hacer esto, podrías encontrar que algunas actividades ya no son necesarias y que el orden de los factores definitivamente altera el producto.

Para lograr, puedes usar una herramienta de gestión de tareas como Trello, Google Spreadsheet o Google Workplace, donde puedas apuntar los detalles de cada actividad y tomar acción con base en ello. El principio de este método es sacarte de la mente el peso de las cosas por realizar para liberar memoria y tener la cabeza más fresca y activa para hacer lo que tengas que hacer. En otras palabras, esta es una de las mejores medicinas contra la procrastinación.

En conclusión…

Cuando se tiene la voluntad, la intención y la convicción, la gestión efectiva del tiempo y productividad es la llave maestra para alcanzar las metas que te plantees, sin importar que tan inalcanzables o ambiciosas parezcan. Organízate, prioriza y ejecuta.

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